El proyecto «30 mil Pañuelos por la Memoria» llegó a Catriel, es una iniciativa nacional, independiente, apartidaria y sin fines de lucro que busca mantener presente en la memoria colectiva a las personas secuestradas y desaparecidas durante la dictadura militar en Argentina. Este proyecto consiste en la creación y colocación de placas de cerámica, amorosamente creadas con el símbolo del pañuelo de las Madres de Plaza de Mayo, un emblema icónico de la lucha por los derechos humanos y la búsqueda incansable de memoria, verdad y justicia.
Estas piezas están pensadas para ser instaladas en el frente de los hogares, instituciones, plazas, lugares de trabajo y otros espacios comunitarios.
La dictadura militar, que tuvo lugar entre 1976 y 1983, dejó una profunda herida en la sociedad argentina, con la desaparición forzada de miles de personas. Las Madres de Plaza de Mayo, con sus pañuelos blancos, se convirtieron en símbolos de resistencia y de lucha. El proyecto «30 mil Pañuelos por la Memoria» busca rendir homenaje a las madres y, al mismo tiempo, mantener vivo el recuerdo de las víctimas de ese oscuro período de nuestra historia.
La iniciativa comienza en 2018, por dos mujeres de La Plata, en reacción al levantamiento de las baldosas en la Plaza de Mayo, en memoria de sus tías, Cecilia y Adriana Carranza, secuestradas y desaparecidas a sus 18 años el 5 de mayo de 1976 en la ciudad de Córdoba.
En Catriel, en el acto del pasado 24 de marzo organizado por la Municipalidad de la ciudad, desde el taller que realiza las piezas a nivel local, se comentó el proyecto y se hizo entrega de la primera placa en la ciudad, luego de esa actividad, se sumaron nuevas personas al grupo que lleva adelante la iniciativa.
Desde enero buscan juntarse al menos dos veces por mes, ya se han entregado varios y buscan que se coloquen al menos 100 pañuelos en la zona, “Realmente hemos armado un grupo diverso y lindo. A veces somos tres, a veces cinco y otras hasta diez. Vamos organizando juntadas y hacemos producción”, comenta Andrea Ontiveros, coordinadora local del proyecto, docente de artes visuales y técnica ceramista recibida en la Universidad Nacional de las Artes.
Los pañuelos no se cobran. Se pide un intercambio a voluntad, con esa plata se recuperan materiales y costos del taller. Ya que tanto el espacio, materiales, hornos y el conocimiento de las técnicas se entregan de manera solidaria a quienes deseen participar.
El taller de cerámica de Ontiveros, se encuentra en el barrio de loteo Santo Domingo, de nuestra ciudad y el proyecto está abierto a la comunidad tanto para pedir su placa, como para ir a elaborarla y compartir con el grupo, que es uno de los 70 que forman parte del proyecto en todo el país.
Recientemente, y más que nunca, es crucial recordar la lucha incansable de personas como Nora Cortiñas y Luisa Torres de Toledo, quienes dedicaron sus vidas a buscar a sus hijos desaparecidos durante la dictadura militar argentina. Nora Cortiñas, una voz destacada en la defensa de los derechos humanos, buscaba a su hijo Carlos Gustavo, a quien secuestraron en 1977 mientras estudiaba economía y militaba en un grupo político de izquierda. Por otro lado, Luisa Torres de Toledo, conocida cariñosamente como «Pocha», buscó incansablemente a su hijo Oscar Toledo Torres, secuestrado durante el Operativo Independencia en Tucumán en 1975. El compromiso de estas mujeres, que fallecieron sin poder obtener la verdad, nos recuerda la importancia de mantener viva la memoria histórica y de continuar la búsqueda.
Es por esto que desde la organización, expresan: «Nuestro deseo es que los pañuelos sean visibles al caminar por la calle, que al verlos haya gente que se sienta acompañada, que les provoque un recuerdo, como una ayuda memoria. Para decir presentes una y otra vez para no permitir que la historia se repita».
Si querés adquirir una placa o asistir para colaborar en la elaboraciónl, podes contactarte al Instagram @30milpanueloscatriel o al teléfono de Andrea +5491132288088.