Lucha por la dignidad policial en Misiones y Río Negro

Las fuerzas de seguridad en Misiones y Río Negro atraviesan situaciones de conflicto laboral que, a lo largo de la última década, expusieron las profundas tensiones entre los efectivos policiales y los gobiernos provinciales. A pesar de las diferencias contextuales y políticas, ambas provincias enfrentan problemas similares: la ausencia de sindicalización de los policías, las limitadas capacidades de negociación, y las condiciones de trabajo precarias. Estas realidades motivaron a las fuerzas de seguridad a reclamar con frecuencia por mejores condiciones laborales y salariales, aunque con respuestas diversas y en muchos casos insuficientes por parte de los gobiernos.

En Misiones, los conflictos entre la fuerza policial y el gobierno se remontan a 2012, cuando los efectivos comenzaron a movilizarse en reclamo de salarios que se ajustaran al costo de vida. Durante los últimos años, las manifestaciones cobraron mayor relevancia, sobre todo en momentos de crisis económica. En 2023, la pérdida de poder adquisitivo impulsó un campamento de protesta de diez días, una medida extrema que dio visibilidad a los problemas salariales de la policía misionera.

Este conflicto culminó en mayo de 2024, cuando se alcanzó un acuerdo salarial tras una serie de protestas en Posadas y otras localidades, en las que los policías se unieron a trabajadores de salud y educación para exigir mejores condiciones laborales. Sin embargo, el acuerdo de aumento salarial de $15.000 fue considerado insuficiente por los efectivos, quienes alertaron que no se resolvían las demandas estructurales. El conflicto escaló en septiembre de 2024, cuando ocho policías fueron detenidos y acusados de sedición y conspiración, bajo cargos que incluyen planear una toma de la Jefatura de Policía. Este episodio derivó en una fuerte intervención judicial que incluyó exoneraciones sin derecho a defensa, una medida avalada públicamente por el gobierno provincial.

Abogados de los policías detenidos cuestionan la legalidad del proceso, denunciando falta de garantías y de acceso al debido proceso. Esta situación generó una ola de marchas silenciosas por parte de familiares y compañeros, que reclaman la liberación de los imputados y la restitución de sus derechos laborales.

En Río Negro, los conflictos por mejoras laborales comenzaron a hacerse visibles en 2013, en un contexto de reclamos nacionales. En esa oportunidad, los agentes lograron duplicar sus sueldos, pero los compromisos asumidos por el gobierno no se tradujeron en mejoras sostenibles. La falta de indumentaria adecuada y de atención psicológica se volvió crítica, especialmente a la luz de una alta tasa de suicidios en la fuerza. Según reportes internos, las muertes autoinfligidas entre los policías rionegrinos alcanzaron el 60% de las bajas de la última década, una situación que refleja el impacto de las condiciones laborales y psicológicas en el bienestar de los agentes. Por si fuera poco, IPROSS, la obra social de policías y docentes, está teniendo problemas para garantizar la atención de sus asociados en diversos centros privados de salud. Con lo cual, muchos migraron al sistema público.

Las movilizaciones más recientes, en 2023, incluyeron acampes frente al Ministerio de Seguridad y en destacamentos de Bariloche y Cipolletti. Aunque un acuerdo fue firmado en abril de ese año, la respuesta gubernamental implicó sanciones para más de 800 policías, quienes fueron suspendidos y vieron bloqueadas sus oportunidades de ascenso. Las sanciones administrativas y el manejo de los sumarios han generado críticas por ser percibidos como una estrategia para frenar las carreras de los efectivos involucrados en las protestas.

En respuesta, el gobernador Alberto Weretilneck propuso una “reparación extraordinaria” por zona desfavorable para mitigar las malas condiciones salariales y operativas, medida que es criticada por diversos sectores que la consideran insuficiente frente a problemas estructurales más profundos. La falta de recursos y personal sigue afectando a destacamentos en localidades como Bariloche, Cipolletti, Cinco Saltos y Catriel, generando preocupación en la comunidad ante la creciente inseguridad.

Similitudes y diferencias entre los conflictos policiales

A pesar de que los conflictos policiales en Misiones y Río Negro responden a contextos políticos y sociales distintos, comparten un núcleo común de demandas. En ambas provincias, los efectivos luchan por condiciones salariales y laborales dignas, así como por el reconocimiento de sus derechos como trabajadores. En Misiones, el conflicto ya alcanzó un nivel judicial sin precedentes, con acusaciones de sedición y conspiración que afectaron tanto a los policías activos como a sus familias. En contraste, en Río Negro, las protestas fueron reprimidas mediante sanciones administrativas y sumarios que frenan la carrera de los efectivos, pero sin la intervención judicial drástica observada en Misiones.

La respuesta estatal en ambas provincias es criticada por su falta de diálogo genuino y por las represalias impuestas a quienes alzan la voz en defensa de sus derechos. En Misiones, las acciones judiciales derivaron en marchas de familiares y en denuncias de vulneración de derechos civiles. En Río Negro, aunque el gobierno provincial anunció con bombos y platillos la compra de equipamiento y móviles nuevos, la realidad policial muestra día a día que la falta de recursos y de infraestructura sigue siendo una demanda no atendida, que afecta no solo a los policías, sino también a la seguridad pública de toda la comunidad.

Los conflictos en Misiones y Río Negro reflejan una realidad ineludible: la necesidad de un diálogo estructural y profundo entre las fuerzas policiales y los gobiernos provinciales. Las demandas de los efectivos no se limitan a una mejora salarial; también buscan un trato digno, seguridad en el ejercicio de su profesión y condiciones que aseguren su bienestar mental y físico. Ante la percepción de que sus reclamos son ignorados o reprimidos, las fuerzas de seguridad de ambas provincias muestran un creciente descontento que pone en relieve los límites de los sistemas provinciales para gestionar y resolver estos conflictos de forma justa y equitativa. La demanda de los policías es, en última instancia, un llamado de atención sobre la importancia de dignificar la labor de quienes trabajan para garantizar la seguridad de toda la sociedad.

La Comisaría de la Familia realizó un taller de prevención del Grooming

La Comisaría de la Familia de Allen realizó un taller de prevención del grooming, orientado a concienciar a estudiantes de la Escuela Laboral N° 3 sobre los riesgos asociados al mundo digital. Esta iniciativa, liderada por el Área de Prevención y Capacitación de la comisaría, estuvo dirigida a jóvenes de ambos turnos y buscó ofrecerles herramientas para identificar y enfrentar situaciones de potencial peligro en el entorno en línea.

Durante la jornada, los especialistas abordaron el fenómeno del grooming, explicando cómo operan los groomers, individuos que intentan manipular y ganar la confianza de menores para explotarlos sexualmente. En el taller se subrayaron estrategias prácticas y recomendaciones para evitar caer en estas situaciones, promoviendo la comunicación abierta entre jóvenes, padres y docentes como un medio de prevención.

El evento incluyó una actividad grupal de reflexión, donde los estudiantes tuvieron la oportunidad de expresar sus inquietudes y reflexiones, fomentando un espacio seguro y colaborativo para discutir este problema creciente. Para cerrar, el personal de la Comisaría de la Familia detalló los recursos disponibles para brindar apoyo a víctimas y familias que necesiten orientación frente a casos de grooming, destacando su compromiso en la lucha contra este delito.

La actividad, además de consolidar conocimientos, refuerza la importancia de la prevención y del rol de las instituciones en la protección de los derechos de los menores en la era digital.

Catriel: cortaron el poste de luz con una motosierra y se robaron los cables

El pasado miércoles 16 de octubre, un insólito robo dejó sin suministro eléctrico a los residentes de la zona rural de Catriel, en el sector de calle Los Durazneros, cerca de la entrada al Frutillar. Según relató un vecino afectado, el incidente ocurrió a plena luz del día, cuando dos personas en motocicleta utilizaron una motosierra para cortar un poste de luz y se llevaron los cables de la conexión eléctrica.

El robo fue presenciado por una persona que se encontraba trabajando en la zona. El testigo vio pasar a los dos individuos en motocicleta y escuchó el sonido de la motosierra, pero inicialmente pensó que se trataba de alguien cortando leña. Poco después, los mismos individuos volvieron a pasar cargando los materiales robados al hombro. Al intentar poner en funcionamiento una bomba de agua, el testigo descubrió que no había electricidad y que el sistema de protección eléctrica había saltado, confirmando así el robo de los cables.

A través de un audio difundido por WhatsApp, el hombre alertó a la comunidad sobre la situación, expresando preocupación por la audacia de los ladrones, quienes actuaron sin reparo a plena luz del día. «Esto es un desastre», comentó, advirtiendo a otros vecinos para que estén atentos ante posibles robos en la zona.

El hecho se suma a una serie de robos similares reportados en la región, donde el robo de cables y otros materiales eléctricos afacta el suministro de servicios esenciales en áreas rurales. La sustracción de cables no solo deja sin electricidad a los usuarios, sino que también pone en riesgo la seguridad pública y puede ocasionar daños costosos a la infraestructura eléctrica.

Las autoridades locales ya se enteraron del incidente y se espera que intensifiquen los esfuerzos de vigilancia en las zonas rurales para prevenir nuevos robos. Por el momento, no hay detención de sospechosos en relación con este hecho oficialmente confirmadas.

El robo de cables en áreas rurales es un problema recurrente que afecta a gran cantidad de vecinos en Catriel, generando inconvenientes y preocupaciones entre los residentes.

Dos heridos en accidente en Peñas Blancas: uno en estado delicado

El 15 de octubre, alrededor de las 19:30, se produjo un accidente en la curva de Sánchez Carrillo, ubicada en la ruta que conecta Catriel con Peñas Blancas. Personal de Salud Pública y Bomberos Voluntarios acudieron al lugar para asistir a los involucrados.

Según fuentes oficiales, una camioneta perdió el control y derrapó en la peligrosa curva, resultando en el accidente. Dos personas resultaron heridas: un adulto mayor, cuyo estado de salud es delicado, y un adulto joven, quien presenta múltiples golpes pero no estaría en una condición tan grave. Según la información a la que accedió VSN, se encontraban en estado de ebriedad al momento del incidente.

Los dos involucrados fueron trasladados al hospital local para recibir atención médica. Noticia en desarrollo.

Un Jeep antiguo volcó en Catriel

Ayer, lunes 14 de octubre, se produjo un vuelco en la intersección de las calles Afganistán y Nassau, en la localidad de Catriel. Un vehículo tipo Jeep antiguo terminó volcado en circunstancias que no fueron aclaradas. Las autoridades no proporcionaron hasta el momento información oficial sobre la causa del accidente ni sobre el estado de los involucrados.

El hecho ocurrió aproximadamente a las 21:45, y tanto personal de Tránsito como del área de Salud intervinieron en la escena para atender la situación. Al cierre de esta edición, no se brindaron más detalles sobre las personas afectadas o el motivo del incidente. Se espera que las autoridades locales amplíen la información en las próximas horas.

Contradicciones y responsabilidades: ¿Quién filtró las imágenes del hallazgo de Ruth Cisterna?

El hallazgo del cuerpo de Ruth Cisterna en el río Colorado puso fin a una difícil y dolorosa búsqueda que duró más de dos meses, pero fue el comienzo de controversias y contradicciones en torno a la difusión de imágenes del cuerpo que se viralizaron en diversos grupos de WhatsApp. Esto no es algo nuevo en Catriel; situaciones similares ocurrieron en otros casos judiciales previos, lo que refleja una problemática recurrente en el manejo de información sensible dentro de la comunidad.

Mientras que la fiscal Marcela Marchetti afirmó que las fotografías no habían sido tomadas por la policía ni por ninguna persona ligada a la investigación, los testimonios de los pescadores que encontraron el cuerpo presentan una versión distinta. En una entrevista con VientoSur Noticias, Eric y Javier, los dos pescadores que encontraron a Ruth, ofrecieron sus relatos sobre lo que pasó el día del hallazgo.

Eric declaró enfáticamente: «Nosotros no sacamos ninguna foto. La única reacción que atiné a tener fue llamar a la Policía». Según su testimonio, al llegar al lugar, dos policías procedieron a tomar fotografías de la situación. Javier, el otro pescador presente, corroboró esta versión, indicando que los policías, uno de los cuales suele trasladarse de forma particular en una moto chopera, cruzaron el río y tomaron fotos y grabaron videos apenas llegaron. Ambos pescadores insistieron en que ellos no tomaron imágenes y que la responsabilidad recae en los efectivos que acudieron al sitio.

«La verdad nos están responsabilizando a nosotros que sacamos la foto y no es así. Nosotros no queríamos ni estar ahí y los policías nos dijeron que nos quedemos. Eran dos policías nada más. No sé los nombres. Uno flaquito y otro más petiso y gordito, que suele andar en una chopera. Si los veo en fotos puedo saber quienes son», enfatizó Javier.

La difusión de estas imágenes despertó indignación en la familia, la comunidad y las autoridades. La fiscal Marchetti había solicitado que no se compartieran las fotografías, calificando su circulación como un acto inhumano y violatorio de la intimidad de la víctima y su familia. Además, la fiscal advirtió sobre posibles sanciones a quienes distribuyeran las imágenes, indicando que la Justicia rionegrina estaba en condiciones de rastrear su origen y actuar legalmente. De comprobarse que los responsables de la difusión son miembros de la fuerza policial, estos podrían enfrentar sanciones administrativas y ser imputados por el delito de violación a la intimidad, con eventuales causas por daños y perjuicios. Este tipo de acciones vulnera tanto la legislación en materia de protección de la privacidad como los protocolos establecidos para el tratamiento de evidencias en situaciones sensibles.

Las autoridades del Poder Judicial y policial a cargo de la investigación se reunieron con la familia en varias oportunidades. (Foto archivo Municipalidad de Catriel).

Más allá de la controversia sobre las fotografías, Eric y Javier también expresaron su malestar por la falta de apoyo y acompañamiento psicológico tras el hallazgo del cuerpo. «Nadie se acercó para ver si necesitábamos tratamiento. Nada. Ni la fiscal, ni la intendenta. Nadie», afirmó Eric, señalando el impacto emocional que la experiencia tuvo sobre ellos. Javier también confesó que no ha podido descansar bien desde el hallazgo: «Desde que encontramos el cuerpo no he podido dormir bien. Pero bueno, son cosas que pasan».

Ambos pescadores, visiblemente afectados, destacaron que no están pudiendo descansar bien y que esta situación les genera angustia e inestabilidad emocional. Eric agregó: «La verdad que por mi mente pasa de todo. Creo que no existen palabras para momentos como esos. Yo le doy para adelante por mis hijos. Ellos me sacan una sonrisa cuando me ven triste, me dan momentos de llorar mucho. Yo no tengo trabajo, salgo todos los días a vender rosquitas y torta fritas para mantenerme». Esta declaración revela el difícil contexto económico y personal que enfrenta Eric, agravado por el trauma del hallazgo.

La omisión de un acompañamiento adecuado refleja la falta de un enfoque integral por parte de las autoridades hacia quienes, sin proponérselo, se vieron involucrados en una situación tan traumática. La contradicción entre los testimonios de los pescadores y la versión oficial de las autoridades plantea dudas sobre la transparencia de los procedimientos realizados durante el operativo, mientras que el reclamo por el abandono emocional de los pescadores expone una deuda pendiente en la atención psicológica en situaciones de crisis, tanto para las víctimas directas como para aquellas personas que resultan afectadas de manera colateral.

La situación evidencia la necesidad urgente de que las autoridades establezcan mecanismos efectivos para el manejo de información sensible y brinden el apoyo necesario a quienes se encuentran involuntariamente involucrados en sucesos trágicos. Solo así se puede garantizar el respeto por los derechos humanos y la dignidad de todas las personas.

10 camionetas nuevas para la Policía de Río Negro: ninguna para Catriel

El Gobernador Alberto Weretilneck entregó hoy en Viedma 10 camionetas cero kilómetro que serán destinadas a distintas unidades de la Policía de Río Negro. Esta entrega se realizó en un acto acompañado por el Vicegobernador Pedro Pesatti, el Intendente de la capital provincial Marcos Castro, el Ministro de Seguridad y Justicia, Daniel Jara, y la Jefa de la Policía, Mary Carmen Carrizo.

Con esta última entrega, el Gobierno provincial completó la adquisición de 20 camionetas, con una inversión total de $757.000.000, utilizando fondos provenientes de infracciones de tránsito recaudadas en toda la provincia. Las primeras 10 unidades fueron destinadas a las Brigadas Rurales, y las restantes se asignarán a distintas localidades, entre ellas Viedma, Villa Regina, General Roca, General Enrique Godoy, San Carlos de Bariloche, Villa Manzano y Contralmirante Cordero. Catriel no figura entre la lista de ciudades beneficiadas.

La capital del petróleo quedó excluida de las localidades que recibirán estos vehículos en esta etapa, lo que pone de manifiesto la persistente escasez de recursos en la ciudad. Catriel cuenta actualmente con un único móvil policial para cubrir 11 barrios en la zona urbana, además de la extensa zona rural. Esta situación contrasta con otras localidades que recibieron refuerzos en sus recursos policiales.

Durante el primer semestre de 2024, Catriel registró 202 denuncias por violencia familiar y de género, según un informe del Centro de Planificación Estratégica del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Río Negro. La ciudad, que enfrenta desafíos de infraestructura judicial, no cuenta con un juzgado de Familia propio, lo cual obliga a los habitantes a trasladarse a otras localidades para la resolución de casos complejos. En el ámbito policial (auxiliares de justicia), la falta de personal y recursos, incluyendo dispositivos de protección como tobilleras electrónicas y botones antipánico, agrava la vulnerabilidad de las víctimas de violencia.

El reciente anuncio de nuevas camionetas para la policía de la provincia representa una oportunidad para mejorar las condiciones de seguridad en Catriel, aunque hasta el momento, ninguna de estas unidades fue destinada a la localidad. La Comisaría de la Familia, ubicada en el barrio Preiss, también carece de un móvil propio, limitando su capacidad para responder de manera efectiva a situaciones de emergencia. La colaboración con otras instituciones locales como la Subsecretaría de la Mujer y el Centro de Atención a Víctimas de Violencia se ve limitada por la falta de recursos, lo que compromete la efectividad de la respuesta ante casos de violencia de género.

Durante el acto de entrega, el Ministro de Seguridad y Justicia, Daniel Jara, aseguró que la inversión en seguridad será constante durante los próximos años. «No vamos a dejar un solo año sin invertir en equipamientos para la policía, porque consideramos que es una inversión permanente y sistemática que debemos realizar», declaró el Gobernador Weretilneck. Sin embargo, en Catriel, la falta de vehículos, personal y recursos operativos sigue siendo un desafío crítico para garantizar una seguridad adecuada para los habitantes.

El contexto de la inseguridad en la ciudad y falta de recursos en Catriel evidencian la necesidad de un reparto más justo de los nuevos recursos policiales que están siendo adquiridos. La asignación de parte de estas nuevas camionetas a la ciudad sería crucial para mejorar la capacidad de respuesta de la policía y ofrecer un entorno más seguro a sus habitantes, especialmente para aquellos en situación de vulnerabilidad.

Otra posibilidad, que todavía no fue confirmada, es que Catriel reciba un vehículo que fue decomisado en una causa judicial reciente y que está fuera de uso desde hace un año. El propio juez, en su sentencia, recomendó que ese vehículo quede como un recurso para la ciudad. La jueza del caso aprobó el sobreseimiento del hombre imputado en la causa y autorizó la entrega del vehículo a la Secretaría de Seguridad, para que fuera utilizado por las fuerzas policiales locales. Sin embargo todavía permanece inactivo.