*Por Bárbara Soria
Jueves 11 am: Día previo al encuentro
La violencia y la opresión de género tienen causas, responsables, y sobre todo, pueden modificarse, dijo Lucia en un video de 2010 que vimos en el viaje. Esa es la certeza que cargamos con nosotras, quienes estamos para ser escuchadas y para escuchar, algo que en la cotidianeidad suele ser complejo. Nos esperan tres días de libertad. Y desde lo interno me dice que esta vez no será diferente, ninguna de nosotras volverá a casa de la misma manera de la que llegó.
Llevamos ya 24 horas en el micro, y nos falta unas cuantas más. Ayer, a esta misma hora, subíamos con entusiasmo a este colectivo repleto de encuentreras que partieron desde Neuquén. Algunas habían comenzado su travesía aún antes, viniendo de diferentes rincones de la provincia de Neuquen: Zapala, Plottier, Centenario y otras localidades. Algunas mujeres ya tienen años de rutas recorridas, debates vividos, mientras que para otras este es su primer encuentro. A las compañeras de Catriel nos recibieron amorosamente. No fue fácil llegar hasta acá y es imposible no agradecer a todas las que trabajaron tanto para que podamos viajar.
El esfuerzo colectivo nos trajo hasta este momento. Hubo muchas actividades de recaudación de fondos y cada una de ellas fue clave para estar. Las rifas, ventas, y donaciones de quienes nos apoyaron. Su compromiso y solidaridad hicieron posible este viaje.
En el micro, me crucé con un libro que condensaba conclusiones de un Encuentro anterior, allá por 2012, cuando se convocó en Posadas Misiones. El libro mostraba que algunos talleres que debieron subdividirse porque eran muchas y todas tenian que tener la posibilidad de hablar. Las temáticas de los mas multitudinarios eran contundentes: sexualidad, trata, familia, aborto, anticoncepción. Los mismos temas siguen vigentes, como un eco que se multiplica, pero también hay nuevas voces, nuevas urgencias, y más que nunca la necesidad de cambios.
No veo la hora de que llegue el viernes, ese momento en que nos encontremos, y desde el escenario de apertura, resuene la frase que da comienzo a todo: “A partir de este momento, el Encuentro es de todas”. Un primer encuentro de apenas mil mujeres hace ya 37 años… ¿cuántas seremos este año en este contexto? La pregunta me invade, cargada de emoción y de certeza. Lo único que sabemos es que, juntas, es mejor.