La Universidad Nacional del Comahue (UNCo) se prepara para llevar a cabo su primera Asamblea Universitaria en más de diez años, programada para los días 12 y 13 de marzo. Este evento cobra especial relevancia en medio de la crisis financiera que atraviesa la institución, exacerbada por la reciente decisión del gobierno nacional de congelar los fondos presupuestarios con el DNU n° 88/23.

La rectora de la UNCo, Beatriz Gentile, destacó la importancia de esta Asamblea como una oportunidad para reformular las bases del Estatuto y los principios que rigen el funcionamiento de la universidad. Además, se busca abordar la necesidad de jerarquizar las categorías de los asentamientos que conforman la UNCo, con el fin de actualizar la adjudicación de presupuesto y otras cuestiones fundamentales.

Sin embargo, la Asamblea se lleva a cabo en un contexto de profunda preocupación por la crisis presupuestaria que enfrenta la universidad. Según informes presentados por la misma rectora Gentile, la UNCo enfrenta un déficit de aproximadamente 58 mil millones de pesos para el año en curso, lo que podría agravarse con futuros incrementos inflacionarios.

A pesar de los esfuerzos de la gestión por obtener financiamiento adicional a través de reuniones con diversos actores políticos y gubernamentales, la incertidumbre sobre la viabilidad financiera de la UNCo persiste. La falta de garantías para la realización de proyectos de expansión y mejoras en las sedes universitarias profundiza aún más la preocupación entre la comunidad universitaria.

En este contexto, la agrupación En Clave Roja llamó a la comunidad universitaria a organizarse y participar activamente en la discusión sobre el futuro de la universidad pública. Sostuvieron que esperan que la Asamblea Universitaria sea un espacio de debate abierto donde se puedan abordar las preocupaciones sobre la crisis presupuestaria y se puedan encontrar soluciones efectivas para garantizar el funcionamiento y el desarrollo de la UNCo en el futuro.

«La defensa de la universidad pública se presenta como un desafío central en este momento, y la participación activa de estudiantes, docentes y personal no docente será crucial para enfrentar los desafíos planteados por la crisis financiera y asegurar un futuro digno para la educación superior en la región», manifestaron.