La CTA Autónoma y diversas organizaciones sociales llevaron a cabo una nueva marcha hacia el acceso al camino Tacuifí que conduce al lago Escondido, en un acto político cargado de simbolismo.

Más de 250 personas lideradas por Rodolfo Aguiar, líder de ATE Nacional y la CTA de los Trabajadores, se movilizaron para reclamar el libre acceso al espejo de agua, actualmente rodeado por la propiedad del magnate inglés Joe Lewis. La protesta, que duró alrededor de 40 minutos, incluyó bloqueos en la Ruta Nacional 40 y cánticos en favor de la soberanía nacional, sin embargo, no se reportaron heridos ni incidentes graves, aunque sí se registraron escaramuzas y cruces verbales.

A pesar de la intensidad del reclamo, la presencia policial fue moderada, con alrededor de 20 uniformados presentes en el lugar. Esta situación generó críticas por parte de Aguiar, quien acusó a los agentes de estar al servicio de Joe Lewis y cuestionó su lealtad hacia el pueblo.

Mientras tanto, del otro lado de la reja que marca el inicio del camino Tacuifí, pobladores observaban la protesta, algunos respondiendo a los gritos y otros acompañados de caballos y camionetas. La manifestación concluyó tras una breve escaramuza con individuos no identificados lanzando piedras desde el interior del camino, instando a los manifestantes a mantener la calma y retirarse sin mayores incidentes.