Las coincidencias de la tragedia del barrio Carod con la empresa Rasys en Catriel

La empresa fue clausurada mientras avanza la investigación por la muerte de Pedro Larrabide, el experimentado soldador.

La tragedia del barrio Carod en 2016 que desencadeno la muerte de un joven de 22 años y varios heridos de gravedad será clave en la investigación por la muerte de Pedro Larrabide como consecuencia de la explosión en la empresa Rasys Servicios el 20 de febrero pasado en Catriel.

La fiscalía que encabeza Gustavo Herrera tomará esa investigación con base para definir responsabilidad por la muerte del hombre de 66 años que tenía una vasta experiencia en el rubro. Incluso estaba jubilado, pero continuaba con servicios en la empresa Rasys.

Desde el Ministerio Público Fiscal indicaron que la tragedia de 2016 que dejó como saldo la muerte de Mauro Malmoria el 19 de noviembre de ese año será una “guía” para la etapa preliminar en este proceso penal.

Será calve en la investigación los detalles de las mediadas de seguridad de la empresa. El propietario de la empresa Rasys Servicios, José Luis Rasys, habló con medios locales y dijo que “las altas temperaturas” podrían haber influido en la explosión. Sin embargo, hay medidas y protocolos de seguridad para garantizar la seguridad de los trabajadores.

La explosión se dio en pleno centro de la localidad de Catriel. Días antes la municipalidad le exigió a la empresa que se mude a la zona del parque industrial, pero el dueño de la empresa, según fuentes municipales, no accedió al pedido. Tras el hecho se clausuró preventivamente la empresa mientras avanza la investigación.

Además de la muerte de Larrabide, un joven resultó con varias heridas de consideración y aún se mantiene internado en un centro de salud. El fallecido fue hallado a varios metros de la explosión. Además, trascendió que era un soldador experimentado que se encontraba jubilado.

La primera reconstrucción de los hechos indica que estaba soldado un tanque cisterna de un camión dedicado al traslado de líquido inflamable. Por la onda expansiva habría sido arrojado varios metros, muriendo en el acto. Fuentes vinculadas a la investigación aseguraron que “era un soldador de primera categoría”, por lo que su experiencia estaba avalada.

La metalúrgica se encuentra ubicada en la calle Garro, a pocos metros de una dependencia de tránsito del municipio y el SUM local. En esa locación trabajó un taller de YPF.

El día de la clausura la Intendenta Daniela Salzotto aseguró que durante el procedimiento “se pudo constatar los piletones con líquidos empetrolados, alrededor de siete, y se encontraron en el lugar diferentes focos de basura. Ante esta situación, se procede a la clausura. También se dialogó con el delegado del Ministerio de Trabajo de la provincia, porque además se constataron las condiciones precarias de inseguridad y de alto riesgo en las que estaban expuestos todos y cada uno de los trabajadores, lo que resultó en el desenlace terrible de los perjudicados en el siniestro”.