Desde hace alguns días, el municipio de Catriel enfrenta un conflicto salarial con sus trabajadores municipales, que se intensifica a medida que avanzan las negociaciones en el marco de las paritarias. La situación involucra a tres gremios principales y al gobierno municipal, encabezado por la intendenta Daniela Salzotto. Las diferencias en las posturas sobre los aumentos salariales propuestos y la situación económica del municipio son los ejes centrales del enfrentamiento.
Los gremios de trabajadores municipales, representados por SOYEM, ATE y UPCN, exigen un incremento salarial que consideran justo ante el aumento del costo de vida. Según los representantes gremiales, los trabajadores no pueden sostener sus economías con los sueldos actuales, y reclaman que las propuestas del municipio no son suficientes. Por su parte, el municipio afirma que se realizaron paritarias mensuales desde que asumió la actual gestión y que las limitaciones financieras impiden acceder a las exigencias de los sindicatos.
La última partitaria en la que hubo acuerdo cerró con un aumento del 8% al básico, desglosado en dos cuotas: 5% en octubre y 3% en noviembre, con una cláusula de ajuste automático basada en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Sin embargo, los referentes gremiales argumentan que los salarios actuales son insuficientes para cubrir sus necesidades básicas, exigen una propuesta de aumento de entre el 8% y el 10%, considerando que los ofrecimientos actuales no representan un alivio económico real.
El viernes 1 de noviembre, el municipio emitió un comunicado asegurando que, a pesar de las medidas de fuerza, se mantendrían activos los servicios esenciales como la recolección de residuos, riego y labores en diferentes áreas. Además, fuentes municipales señalaron que parte del personal de planta política y trabajadores que ingresaron en la actual gestión continúan trabajando, lo que elevó la tensión con los huelguistas. El gobierno municipal sostuvo que algunos de estos trabajadores son hostigados por los gremios, lo que es calificado como “amedrentamiento” hacia los empleados precarizados.
La perspectiva del municipio
La intendenta Daniela Salzotto sostuvo que su administración hizo esfuerzos significativos por el bienestar de los empleados municipales. En declaraciones a VSN, Salzotto defendió la oferta salarial presentada y destacó que, desde que asumió, los incrementos salariales han superado el 100% en el neto y el 87% en el básico. Sin embargo, subrayó que un nuevo aumento del 30% solicitado por los gremios es inviable sin poner en riesgo la estabilidad financiera del municipio, afectada por una baja en la coparticipación.
Salzotto lamentó la falta de acuerdos y afirmó que se dejaron de lado compromisos personales para priorizar el diálogo con los representantes gremiales. También expresó su preocupación por las descalificaciones recibidas, describiendo algunas como «insaciables» y rechazando las acusaciones de autoritarismo.
Los gremios redoblaron reclamos
Por otro lado, los referentes gremiales sostienen que el municipio tiene margen para mejorar la oferta si se reducen ciertos gastos que consideran innecesarios. Daniel Massouras, representante de ATE, señaló que muchos trabajadores municipales enfrentan dificultades económicas extremas, como la necesidad de solicitar adelantos de sueldo o recurrir a créditos para subsistir. «Un aumento del 5% representa muy poco en términos reales. Necesitamos que los incrementos vayan al básico, que es muy bajo en comparación con otros sectores», remarcó.
Nora González, secretaria general de ATE, denunció el trato que recibieron los trabajadores y exigió respeto por sus derechos. «Este gobierno ha perseguido y presionado a los trabajadores. Estamos aquí para luchar por un salario digno y no vamos a retroceder», declaró durante la medida de fuerza.
Mariela Reyes, de SOYEM, sumó críticas a la administración por la difusión de cifras que considera falsas. «Dicen que un empleado municipal cobra 1.8 millones de pesos. Eso es mentira, incluso trabajando de lunes a lunes nunca llegaríamos a esa cifra. Eso es lo que cobran los legisladores», enfatizó.
La Federación de Obreros y Empleados Municipales de Río Negro (FOYEM) expresó su preocupación por el conflicto en Catriel, al igual que en Ingeniero Jacobacci, donde también se están llevando a cabo medidas de fuerza. Marcelino Jara, secretario general de FOYEM, advirtió que la situación de los trabajadores municipales es crítica en varias localidades, y adelantó que podrían surgir nuevos conflictos en municipios que no logren acordar incrementos salariales adecuados.
El conflicto en Catriel continúa, con medidas de fuerza y protestas en la parte externa del edificio municipal. Mientras tanto, el Ejecutivo asegura que seguirá trabajando para garantizar la prestación de los servicios esenciales y aplicar descuentos por los días de paro.