Mientras el Gobierno de Alberta proyecta una nueva misión comercial hacia la Argentina para octubre, con especial interés en yacimientos convencionales y campos maduros, en Catriel la noticia despierta atención moderada. La localidad rionegrina, históricamente petrolera, concentra una gran cantidad de pozos que han alcanzado su madurez productiva, lo que implica un declive natural en la extracción y la necesidad de técnicas de recuperación mejorada para sostener su rentabilidad.
Firmas canadienses como Calfrac o Enerflex —especializadas en servicios para pozos secundarios y terciarios— ya operan en la cuenca neuquina, principalmente en áreas no convencionales, pero con creciente interés por el petróleo convencional. Aunque Catriel no fue protagonista de los recientes procesos de inversión directa, sí podría verse beneficiada por la llegada de tecnologías aplicables a su realidad productiva: campos con décadas de explotación, infraestructura existente y una historia técnica acumulada.
Según trascendió, la misión de Alberta incluiría entre 12 y 15 empresas con experiencia específica en yacimientos marginales o maduros, lo que podría resultar estratégico para provincias como Río Negro si se propician esquemas de colaboración o incentivos adecuados.
Catriel: pozos maduros, tecnología y un reclamo estratégico
El posible interés de empresas de Alberta en los campos maduros de la Argentina coincide con un momento clave para Catriel, que busca reinsertarse con fuerza en el entramado energético regional. Con gran parte de su producción centrada en yacimientos convencionales de larga data, la ciudad también reclama mejoras en su conectividad física para no quedar fuera del desarrollo de Vaca Muerta.
La intendenta Daniela Salzotto lidera gestiones para lograr el asfaltado de la Ruta 57, que une Peñas Blancas con Rincón de los Sauces. La obra permitiría consolidar el Corredor Vaca Muerta Norte, facilitando el tránsito de equipos, insumos y trabajadores hacia Añelo, y posicionando a Catriel como una alternativa logística relevante frente al colapsado eje de la Ruta 151.
Mientras la Provincia prioriza otros trazados —como la conexión entre General Roca y Añelo—, Catriel apuesta a una vía que también beneficiaría a localidades vecinas como 25 de Mayo (La Pampa). En ese marco, el arribo de empresas internacionales con experiencia en recuperación secundaria o terciaria podría potenciar aún más la necesidad de infraestructura moderna y conectividad eficiente.
En conjunto, el interés canadiense en campos maduros y la estrategia vial de Catriel no son agendas aisladas: ambas se cruzan en un mismo objetivo, evitar el rezago de las zonas históricas frente a la expansión no convencional, y asegurar que la transición energética también contemple a las comunidades que hace décadas aportan al desarrollo petrolero del país.