Un grupo de vecinos del barrio Marini decidió acudir a la justicia tras años de padecer desbordes cloacales en calles y veredas. Denuncian que, pese a reiterados reclamos por los canales oficiales, la situación no solo no mejora sino que se agrava, afectando la calidad de vida y generando riesgos para la salud pública y el ambiente.
“Ya no sabemos qué hacer. Hicimos notas, llamados al 0800 y reclamos formales. Nadie responde. Esto es inadmisible”, señalaron en un comunicado vecinal. Los fluidos cloacales contienen gases tóxicos como sulfuro de hidrógeno, metano, amoníaco y dióxido de carbono, que según advierten, pueden tener efectos graves sobre la salud.
Los vecinos apuntan tanto a Aguas Rionegrinas, empresa prestataria del servicio, como a la Municipalidad de Catriel, por su rol de contralor: “Si en mi casa algo se rompe, yo soy responsable. Acá también hay responsabilidades que no se están asumiendo”, expresaron en un comunicado.
El malestar vecinal también incluyó una mención al reciente paso del gobernador de Río Negro por la ciudad. “No creemos que no haya visto las calles desbordadas”, afirmaron, y calificaron el manejo del sistema cloacal como “perverso”.
Con este paso, los vecinos del barrio Marini suman una nueva voz a los reclamos por infraestructura básica en Catriel, exigiendo respuestas concretas antes de que la situación derive en consecuencias mayores.
