Fuerte mensajes de Petroleros a Nación: » Espero que podamos terminar estas paritarias como corresponde

En el marco de la Asamblea de Balance 2023 que se realizó en las Instalaciones del Centro Recreativo Richard Dewey de la ciudad de Centenario, el Secretario General del Sindicato de Petroleros Privados, Marcelo Rucci, habló sobre la postura de la organización gremial respecto a la situación económica y social de nuestro país. “Espero comenzar las nuevas paritarias 2024- 2025 con las condiciones que hemos creado los trabajadores para, justamente, hacer realidad Vaca Muerta”.

El diálogo y las negociaciones que hemos mantenido con las empresas petroleras se caracterizó siempre por mantener la calma social y laboral. “Hemos sido dialoguistas, pacientes, comprensibles y mantuvimos la paz social. Nos hemos sentado en la mesa a discutir los beneficios de los trabajadores petroleros con muchísima altura y fundamentos. Espero, que podamos terminar estas paritarias como corresponde, haciendo honor a la palabra y a la responsabilidad que nos compete tanto a nosotros como a la parte empresarial”.

Rucci destacó el compromiso de los trabajadores que son «quienes sostienen la actividad», y aclaró que ante esta situación “no vamos a bajar los brazos. Nadie nos va a llevar por delante, porque estamos pidiendo que se respete nuestro trabajo. Quienes quieran desprenderse de los yacimientos convencionales, deben asegurarse que, las empresas que vengan, generen puestos de trabajo y que tengan la certeza de que los trabajadores no vamos a renunciar, en absoluto, a ningún beneficio”.

Finalmente, ante más de 800 afiliados presentes en la Asamblea de Memoria y balance de 2023, concluyó: “estamos pidiendo que se honre el trabajo de la mujer y el hombre petrolero, el aporte a la Nación que hace cada uno de ustedes. Y a nosotros nos van a encontrar siempre parados, jamás de rodillas”.

Bellido asumió en el hospital de Catriel en el medio de la crisis y las críticas a Weretilneck

En medio de la crisis de salud pública en Río Negro, el ginecólogo asumió Miguel Bellido como director del hospital de Catriel. La asunción del médico se da en un contexto de éxodo de los profesionales de salud ante la falta de mejoras salariales, entre otros reclamos.

Bellido ya había sido responsable del centro de salud en 2011 durante la primera gestión de Johnston.  Reemplazará a Laura Acevedo que dejó el cargo para radicarse en Alto Valle.

Fuentes del hospital aseguraron que la situación del hospital de Catriel es “Muy preocupante” y mucho más luego de los dichos de Alberto Weretilneck sobre el escenario en toda la provincia.

Catriel tiene uno de los hospitales más grandes en infraestructura, pero casi no cuenta con profesionales. En las últimas semanas hubo una fuga de profesionales que se agravará más luego de las declaraciones del gobernador quien aseguro que no pagará más de lo que la provincia. Además, dijo que no retendrá a los médicos que quieran irse al privado.

 “Sinceramente, con todo respeto les digo, si alguno o varios trabajadores de la salud pública rionegrina tienen ofertas laborales en el sector privado, por favor rápidamente acepten esas propuestas”, dijo el gobernador Weretilneck en el video difundido.

Las expresiones del mandatario cayeron mal en Asspur que de inmediato respondió y ratificó su paro por 72 horas a partir de hoy.

El trasfondo del hombre acusado de secuestran a una mujer desde Mendoza hasta Catriel

La jueza de Cipolletti Agustina Bagniole no creyó el relato de Ramón Guajardo sobre el recorrido que hizo con una mujer desde Ugarteche (Mendoza) hasta Catriel y dio por formulados los cargos por privación ilegítima de la libertad y le dictó cuatro meses de prisión preventiva. La ciudad mendocina se encuentra a más de 650 km de esta localidad, y según el imputado viajó en busca de trabajo a la zona petrolera y la mujer le «pidió» que la llevara.


El hombre de 57 años, que lloró en dos oportunidades en la audiencia de formulación de cargos y juró que es inocente, dijo que solo estaba «haciéndole un favor» a la víctima. La mujer, una trabajadora golondrina, según se desprendió de la audiencia, acusó a Guajardo de llevarla en contra de su voluntad hasta Catriel y dijo que le exigió mantener relaciones sexuales a cambio llevarla nuevamente hasta la provincia cuyana.


La mujer, así lo describió el fiscal jefe Gustavo Herrera, logró escaparse en un momento de distracción del vehículo que estaba estacionado en la terminal de Catriel y pidió auxilio. Luego hizo la denuncia y la semana pasada se desarrolló la audiencia. La jueza, a pedido del fiscal, ordenó la mediad cautelar de la prisión preventiva por cuatro meses porque no se pudo constatar el arraigo del hombre en la provincia de Mendoza donde dijo que vive con su pareja.

La versión del acusado de secuestrar a una mujer

Tras la acusación de Herrera, el imputado pidió hablar y dio su versión de los hechos. Dijo que la mujer lo había contratado –es taxista- para un viaje y no le pagó. El día antes del hecho, pasó por su domicilio a cobrar y en esas circunstancias la mujer le pidió que la llevara desde ese lugar. El hombre aseguró que no quería llevarla y que le dijo que viajaba a Añelo en busca de trabajo. Según su versión la mujer le insistió hasta que accedió. Aseguró que no le hizo ningún daño y que incluso le prestó plata que le dio un amigo para volver a Mendoza.

Uno de los aspectos más extraño del hecho es que el hombre viajó casi 1000 km hasta Añelo para dejar un CV y en la empresa le dijeron que debía enviarlo de forma virtual. Al regreso, siempre siguiendo el relato del hombre, la mujer le pidió que la dejara en Cipolletti para tomarse un colectivo, pero no les alcanzó el dinero.

Volvieron a Catriel y estacionó el vehículo en la terminal, este el único punto en común entre la denuncia de la mujer y la defensa del imputado. Si bien resta reconstruir mucha base probatoria en el proceso, se trata de una etapa preliminar del mismo y por eso la jueza hizo lugar a los pedidos del fiscal.

La historia de un rionegrino que pasó 20 años en una residencia y su familia lo creía muerto

Por sus severos problemas de salud un hombre de poco más de cuarenta años permaneció alojado en una residencia de cuidados más de la mitad de su vida. Su familia pensaba que había muerto pero el trabajo de la Defensa Pública de Menores e Incapaces y de la Oficina de Servicio social, les permitió volver a tener contacto. Conocé la historia en esta nota.

Lito – el sobrenombre es ficticio para resguardar el anonimato y los derechos del protagonista de esta historia – tiene poco más de cuarenta años y tuvo una historia de vida muy dura. Nació en la zona rural de la provincia de Río Negro y vivió su infancia en un campo ubicado a varios kilómetros de un pequeño paraje.

Su padre y su madre formaron una familia numerosa pero mantenían un vínculo violento, por lo que en el hogar se repetían las situaciones de agresiones verbales y físicas. Como consecuencia de ello, sus hijos e hijas – es decir Lito, sus hermanas y hermanos – generaron fuertes lazos de confianza porque necesitaban cuidarse mutuamente a pesar de corta edad.

A medida que iban creciendo, los hermanos y hermanas se fueron emancipando y se mudaron a vivir a otras ciudades. Solo Lito y un hermano quedaron en el hogar y permanecían al cuidado de su mamá.

Desde chiquito Lito tuvo problemas de salud, pero no fue correctamente diagnosticado. Tenía episodios de epilepsia, pero su familia no contaba con las herramientas para darle el cuidado y los tratamientos necesarios. El hecho más grave se registró cuando, durante uno de esos episodios, cayó sobre un fuego y sufrió importantes quemaduras.

En otras ocasiones ya había sufrido accidentes domésticos similares, pero esta vez debió ser trasladado a un centro de salud de mayor complejidad alejado del paraje más cercano al campo donde vivía.

Al detectar la situación de vulnerabilidad en la cual se encontraba, la autoridades de salud comenzaron a analizar la mejor alternativa para su paciente y propusieron que se lo derive en un centro de cuidados.

Como los hechos ocurrieron hace más de dos décadas fue dificultoso reconstruir la historia. No se conoce con exactitud las circunstancias que rodearon a la información que se le suministró a la familia sobre lo que había sucedido con Lito. En ese contexto, ellos creyeron que había muerto y nunca se enteraron de su alojamiento en una residencia de cuidado. Por eso, durante más de veinte años no recibió visitas y no tenía familiares que pudieran ayudarlo a tomar decisiones o ejercer sus derechos.

Además de la epilepsia, Lito también convive con discapacidades vinculadas al aprendizaje, a la comunicación y a la movilidad que le impiden cuidarse sólo y necesita ayuda para realizar actividades cotidiana como por ejemplo higienizarse, alimentarse o tomar la medicación.

La Defensoría de Menores e Incapaces que estuvo a cargo de controlar la residencia donde se encuentra alojado, detectó la situación de Lito y su nulo contacto con su familia. Por esto requirió la intervención de la Oficina de Servicio Social del Ministerio Público para que realice un informe de situación y de la Unidad de Derechos Sociales para que tome intervención.

El trabajo en red que desarrolló la oficina de servicio social fue fundamental. Referentes del centro de salud que intervenía en la situación, del área de desarrollo humano, de la oficina de personas con discapacidad y profesionales del área de la salud mental colaboraron para poder contactar a dos de los hermanos de Lito.

«Al principio no lo creíamos. Pensábamos que se trataba de un error, que nos equivocábamos de persona, pero finalmente nos dimos cuenta que no», comentaron desde el área de Servicio Social. A partir de ese momento los hermanos comenzaron a visitarlo con frecuencia.

La historia tuvo su punto máximo de emoción cuando su mamá pudo reencontrarse con su hijo. Si bien es una persona de edad avanzada y con algunos problemas de salud pudo visitarlo en el que fue el hogar de Lito durante las últimas dos décadas.

Quienes presenciaron el momento, con la emoción a flor de piel, describieron que pudieron reconocerse al instante. Con sólo mirarla, escuchar su voz y tocar sus manos, Lito dijo una única palabra que haría ese reencuentro tan épico como inolvidable: «mamá».

Los profesionales que conocen de cerca a Lito y su día a día, confiaron en que se muestra más activo “contento ante las visitas” que le hacen sus hermanos y su madre. A pesar del largo periodo temporal por el cual no se mantuvo contacto, todos comienzan a regenerar poco a poco ese vínculo familiar.

Desde lo estrictamente judicial, ahora sus familiares se han transformado en curadores. Esto los habilita a evaluar y ayudar a Lito a tomar decisiones respecto a su situación actual y a poder ejercitar los derechos que le asisten.

Las oficinas de Servicio Social de la Defensa Pública

Las oficinas de servicio social del Ministerio Público permite brindar una atención más específicas de las personas que son asistidas por al defensa pública. Brindan atención y contención en las necesidades de los usuarios en las problemáticas que se relacionan, pero que no necesariamente son temas jurídicos.

Su tarea se centra en brindar asesoramiento, información y asistencia a los y las defensores oficiales, como así también a los usuarios del sistema de justicia. Elaborando distintas estrategias de trabajo y funciones extrajudiciales – tal como sucedió en este caso – buscan mejorar la calidad de vida y garantizar el efectivo cumplimiento de los derechos de las personas a las que asisten.