La petrolera YPF confirmó que la localidad de Punta Colorada, en Río Negro, será la sede del puerto de exportación del ambicioso proyecto Argentina LNG, en colaboración con la empresa malasia Petronas. Esta decisión fue ratificada unánimemente por el Directorio de YPF, según fuentes de la compañía.

El gobierno de Río Negro, liderado por el gobernador Alberto Weretilneck, aguardaba con expectativa esta confirmación, que posiciona a la provincia en un lugar estratégico para la exportación de gas y petróleo provenientes de Vaca Muerta. Esto se logró tras adherir al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), requisito crucial impuesto por Horacio Marín, presidente y CEO de YPF.

Weretilneck destacó la importancia de esta decisión, afirmando que «Río Negro tiene una potencialidad, por su cercanía y su golfo, de transformarse en un sitio exportador de la riqueza que produce Neuquén». Además, subrayó que esta oportunidad permitirá ‘duplicar la producción de gas y petróleo, generando más empleos y crecimiento para las pymes locales, así como mayores regalías para Neuquén».

El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, respaldó firmemente la candidatura de Río Negro, enfatizando la unidad de las provincias patagónicas en este proyecto. Figueroa declaró que esta iniciativa permitirá «monetizar Vaca Muerta, mejorar el precio y generar nuevas alternativas para los patagónicos». También mencionó la colaboración y la propuesta integrada de la región para ofrecer un puerto con licencia ambiental y social, destacando la independencia de las provincias argentinas frente a Buenos Aires.

Las ventajas del proyecto incluyen un significativo impulso económico para la región, la creación de empleos y el fortalecimiento de la infraestructura local. Sin embargo, también presenta desafíos como la necesidad de garantizar la sostenibilidad ambiental y social, y la gestión de los impactos económicos que la concentración de inversiones puede generar en otras áreas del país. Además, la dependencia en la fluctuación de los precios internacionales del gas y el petróleo puede presentar riesgos económicos a largo plazo.