El 1 de octubre de 2024, la Cámara de Diputados aprobó la nueva Ley de Boleta Única de Papel (BUP), que se implementará en las elecciones legislativas de 2025. Esta ley representa un cambio significativo en el sistema electoral argentino, consolidando toda la oferta electoral para cargos nacionales en una única planilla de papel. El proyecto fue impulsado por diversos partidos políticos, incluyendo La Libertad Avanza, PRO, Unión Cívica Radical (UCR), Encuentro Federal, Innovación Federal y Coalición Cívica, logrando 143 votos a favor, 87 en contra y cinco abstenciones.

La nueva BUP se caracteriza por estar dividida en filas horizontales para cada categoría de cargos electivos y en columnas verticales para las agrupaciones políticas. Los votantes deberán seleccionar una opción por cada categoría; si marcan más de una, el voto se considerará nulo, mientras que la falta de selección se contabilizará como un voto en blanco. Además, no habrá un casillero específico para votar en blanco, y las agrupaciones que no presenten candidatos tendrán un espacio marcado como «No presenta candidato».

Entre las principales modificaciones, se destaca la eliminación del «tilde de lista completa», lo que significa que los votantes deberán elegir candidatos de manera más consciente, evitando el efecto arrastre que puede perjudicar a los partidos provinciales. Cada boleta incluirá las fotografías a color de los primeros candidatos, cumpliendo con la ley de paridad de género, y los nombres de los primeros cinco candidatos para la categoría de diputados nacionales. Se requerirá que las listas completas de candidatos sean publicadas en cada cabina de votación, asegurando su visibilidad.

Desde el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) celebraron la aprobación de la BUP, destacando beneficios como la equidad en el acceso a la oferta electoral, la mejor experiencia de votación y la responsabilidad del Estado en la distribución de las boletas. En este sentido, se mencionó que en elecciones previas, como en Santa Fe, la gran mayoría de los votantes consideraron más sencillo el uso de la boleta única.

Sin embargo, la oposición, especialmente desde el peronismo, expresó sus reservas. Críticas sobre el incremento de costos de la boleta y preocupaciones por la posibilidad de que el nuevo sistema vulnere la transparencia del proceso electoral fueron planteadas. Según el politólogo Sebastián Galmarini, el costo de implementar la BUP podría ser significativamente mayor que el de las boletas múltiples actuales, lo que podría impactar en el financiamiento de las elecciones. Además, se advirtió sobre el riesgo de un aumento en los votos nulos y en blanco, complicando el proceso electoral para los ciudadanos.

Con la aprobación de esta ley, se establecen también nuevos plazos para el calendario electoral. Las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) se adelantarán al primer domingo de agosto, y se incrementará el tiempo para la exhibición del diseño de la boleta única y para el registro de candidatos proclamados.

La implementación de la BUP en 2025 se prevé como un paso hacia una democracia más justa y representativa, al tiempo que se busca garantizar que las decisiones electorales reflejen verdaderamente la voluntad del electorado.