Con el aumento gradual de las temperaturas, agosto se convierte en un mes estratégico para revitalizar la huerta, tanto en patios como en balcones. Especialistas señalan que este es el momento ideal para sembrar hortalizas de ciclo corto o medio, aprovechar la humedad del suelo y planificar la producción de primavera.
Entre los cultivos recomendados para iniciar en este período se encuentran acelga, espinaca, lechuga, zanahoria, remolacha, rabanito, perejil, cebolla de verdeo, puerro, apio, arvejas y habas. También es propicio para comenzar almácigos protegidos de tomate, pimiento, berenjena, zapallito, calabaza y melón.
Gloria Martínez, licenciada en Planificación y Diseño del Paisaje y creadora del proyecto Tu huerta urbana, recomienda aprovechar agosto para multiplicar plantas aromáticas como romero, salvia, lavanda y orégano: “Además de sumar aroma y sabor, ayudan a repeler insectos y atraer polinizadores”.
La preparación del terreno es una tarea prioritaria. Incorporar materia orgánica mediante compost o humus de lombriz mejora la calidad del sustrato y favorece el desarrollo de las plantas. El riego, preferentemente por goteo, permite mantener la humedad constante y optimizar el uso del agua.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) sugiere, además, realizar podas de frutales, acolchar el suelo con hojas secas o paja, organizar las semillas para la temporada cálida y revisar herramientas y estructuras de soporte.
Para cuidar la huerta en agosto, especialistas recomiendan: regar por la mañana para evitar hongos, asegurar al menos 4 a 6 horas de sol diario y controlar plagas como pulgones y babosas con métodos naturales. La rotación de cultivos y la siembra escalonada, cada dos semanas, permiten mantener la producción continua y saludable.
Además de ser una actividad recreativa y de autoconsumo, la producción de verduras y frutas orgánicas contribuye al cuidado ambiental, promueve la biodiversidad y evita la exposición a pesticidas. Una práctica que, según quienes la impulsan, fortalece la salud, la economía familiar y la relación con el entorno.
