Bioinsumos y futuro agroecológico: técnicos, productores e instituciones se reunieron en Centenario

En medio de una época compleja por el desfinanciamiento y la desarticulación de programas, la difusión del conocimiento se volvió un acto de resistencia por parte del INTA, los municipios y los productores que tejen redes de promoción y desarollo.

La chacra municipal de Centenario fue sede este viernes 29 de agosto del Encuentro y Taller de Bioelaboradores, una jornada organizada por Myriam Barrionuevo (INTA) junto a Julián D’Espósito (Dirección de Agroecología), la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable y el municipio local. Participaron productores y elaboradores de distintas localidades de la región, además de cooperativas, asociaciones, representantes del SENASA y la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional del Comahue.

El taller comenzó con el INTA compartiendo los resultados de un relevamiento sobre la producción de compost a nivel nacional, que ubicó a Buenos Aires, Río Negro y Neuquén entre las diez provincias con mayor desarrollo de esta práctica. Se presentaron distintas experiencias sobre bioinsumos como compost, bokashi y purín de ortiga, y se diferenciaron tres tipos principales: los destinados a nutrición vegetal, al control de plagas y los bioestimulantes.

Durante el plenario se destacaron las ventajas de los bioinsumos frente a los insumos convencionales: mientras los segundos ofrecen efectos inmediatos pero de corta duración que generan dependencia, los primeros requieren procesos más largos y cuidadosos, aunque aportan beneficios sostenidos al cultivo y al ambiente. También se advirtió sobre los riesgos de un uso inadecuado, lo que refuerza la necesidad de contar con protocolos claros.

Desde SENASA, Mariano Junco explicó los pasos del proceso legal para registrar productos a través del sistema TAD, que incluyen habilitación municipal, asesoría técnica de un ingeniero agrónomo y análisis en laboratorios de la red oficial. “Cada elaborador debe tener regularizada su planta y sus productos para obtener el rotulado CUVE, que habilita la comercialización”, señaló.

El INTA remarcó la necesidad de que los municipios y concejos deliberantes asuman un rol activo en el desarrollo de políticas públicas que respalden la producción de bioinsumos. La sanción de ordenanzas locales, dijeron, no solo permitiría acompañar estas prácticas, sino también darles un marco de legitimidad y sostenibilidad en el tiempo. En este sentido, se subrayó que la articulación entre gobiernos locales, instituciones científicas y productores es clave para garantizar que las iniciativas no queden aisladas, sino que se traduzcan en políticas estables con impacto territorial.

En el intervalo, los participantes compartieron un refrigerio y recorrieron la feria municipal de productores, que además de comercializar en el predio ubicado en Celina Cichero y Jaime Nevares, realiza visitas itinerantes a las plazas barriales.

La jornada cerró con un trabajo grupal donde se plantearon soluciones a problemáticas comunes: escalar la producción, mejorar el acceso a materia prima, generar herramientas para su recolección y almacenamiento, y promover la transmisión de saberes hacia productores convencionales y la comunidad. Los debates incluyeron además el acceso a tierra y agua, la necesidad de fortalecer redes de productores y la falta de políticas públicas adaptadas a cada realidad local. Entre las propuestas se destacaron la creación de catálogos de elaboradores, acuerdos de precios, sistemas de certificación participativa y la potenciación de encuentros para consolidar una red regional que garantice trazabilidad y desarrollo.

El encuentro dejó varias claves: la necesidad de fortalecer la articulación entre elaboradores e instituciones públicas, consolidar marcos normativos y potenciar el rol de los bioinsumos como alternativa sostenible para la agricultura de la región.

Un INTA que fomenta el conocimiento como forma de resistencia

Este espacio de impulso a una agricultura más amigable con la salud y el ambiente fue posible gracias al trabajo del INTA, que a nivel nacional atraviesa una situación crítica. Más de 300 agentes fueron incluidos en un listado de pases a disponibilidad, medida que fue judicializada y suspendida de manera cautelar por la Justicia Federal. Aunque siguen prestando funciones, la incertidumbre persiste: muchos de ellos ingresaron por concurso y cuentan con décadas de trayectoria, pero hoy figuran entre los afectados.

Frente a este escenario, los trabajadores sostienen su tarea cotidiana y continúan impulsando actividades productivas y de formación como una forma de resistencia al vaciamiento y al desfinanciamiento. En distintas regiones, se articulan con ATE y APINTA para defender no solo sus puestos de trabajo, sino también el rol público y científico del organismo en el desarrollo agropecuario.

El compromiso con la investigación, la producción de saberes y el acompañamiento a productores y emprendedores se mantiene como una línea de acción colectiva que busca garantizar el futuro de la agricultura sustentable en la región y el país.

En este mismo camino de difusión y democratización del conocimiento, el INTA puso a disposición de quienes quieran acceder a los protocolos de bioinsumos y biopreparados una serie de PDF descargables. Viento Sur Noticias los comparte en esta nota para facilitar el acceso a toda la comunidad. Podés visualizarlos y descargarlos haciendo click acá.