El proyecto de Presupuesto 2025 presentado por el gobierno nacional contempla fuertes restricciones en la obra pública, afectando de manera significativa a la provincia y puntualmente a la ciudad. La decisión del Ejecutivo prioriza solo las obras con financiamiento internacional, lo que implica que proyectos esenciales, como la reparación de la Ruta Nacional 151 y la construcción de una nueva planta cloacal en Catriel, no se llevarán a cabo el próximo año. La provincia verá paralizadas varias obras que ya habían quedado suspendidas a finales de 2023, sin perspectivas claras de reinicio.
En términos generales, el presupuesto asigna fondos principalmente a tareas de mantenimiento vial y algunas inversiones en saneamiento con financiamiento externo, excluyendo los grandes proyectos de infraestructura que dependían de fondos nacionales. Las partidas para Vialidad Nacional, aunque muestran un aumento nominal, están enfocadas en el mantenimiento de rutas y no en nuevas inversiones para rutas deterioradas como la 151. La situación se agrava por la disolución del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENHOSA), lo cual afectó la continuidad de proyectos de agua y saneamiento, incluyendo la planta cloacal de Catriel y otras localidades como Viedma.
Durante el 2024, el municipio de Catriel llevó a cabo varios trabajos de bacheo en la Ruta Nacional 151 para paliar su deteriorado estado. Ante la falta de intervención por parte de Vialidad Nacional, la gestión actual decidió utilizar recursos municipales para realizar reparaciones en tramos críticos de la ruta, abarcando aproximadamente 8 kilómetros entre el acceso sur de la ciudad y el kilómetro 120. Estos trabajos fueron motivados por el riesgo que representaba el mal estado de la calzada, agravado por las lluvias, y la paralización de las obras nacionales desde fines de 2023. Estas acciones, sin embargo no logran cubrir completamente las necesidades de los usuarios de la ruta, cuya reparación integral continúa pendiente y es objeto de reclamos históricos por parte de la comunidad catrielense.
Ante este escenario, los representantes de Río Negro, incluyendo al gobernador Alberto Weretilneck, deberán negociar activamente en el Congreso para incluir obras clave en el presupuesto o buscar alternativas de financiamiento privado, tal como lo habilitaría la reciente «Ley Bases». Sin embargo, la aplicación de esta ley en la región sigue siendo incierta. Además, se mencionaron otros planes, como la posible implementación de un peaje para el mantenimiento de la ruta, debido al deterioro provocado por el tránsito pesado y la falta de inversión estatal en la infraestructura vial local. Por ahora no hay novedades sobre esta posibilidad.
La falta de inversión en infraestructura vial y de saneamiento plantea un desafío crítico para Catriel y otras localidades de la provincia, que dependen de estas mejoras para el desarrollo y la calidad de vida de sus habitantes. El abandono de proyectos importantes profundiza las desigualdades en la región y compromete el bienestar de la comunidad. Algo que no es novedad, pero se repite una vez más.