Catriel: despidos, recortes y falta de respuestas en el sector petrolero

Se perciben las consecuencias de la lenta agonía del convencional: Trabajadores denuncian achiques, pérdida de derechos laborales y ausencia de respuestas gremiales e institucionales. Empresarios advierten sobre un posible éxodo de empresas.

La ciudad de Catriel atraviesa un momento crítico en el sector petrolero. En las últimas semanas se registraron numerosos despidos, recortes de beneficios y una marcada reducción de jornadas laborales, lo que genera creciente incertidumbre entre trabajadores y empresarios locales.

Una de las empresas más importantes con presencia en la ciudad habría emitido al menos 35 telegramas de despido, además de avanzar en retiros voluntarios y la disminución de horas laborales para personal que antes cumplía turnos extendidos. También se reportaron problemas en la liquidación de haberes y la eliminación de viandas para supervisores y recorredores, un beneficio adquirido al momento de su traspaso desde otra operadora.

A esto se suma un paro intermitente de personal jerárquico durante mayo, impidiendo el normal desarrollo de las operaciones en varios sectores. La situación se agrava por la falta de reacción del gremio con presencia en Catriel, al que trabajadores acusan de desoír los reclamos y planteos.

Por otro lado, una firma que tomó recientemente el control de un área antes operada por una empresa estatal también implementó una serie de ajustes, entre ellos desvinculaciones, reducción de gastos y reorganización operativa. Aunque se reconocen ciertos excedentes estructurales previos, se advierte que las medidas profundizan un proceso de achique que afecta directamente a trabajadores locales.

Durante el Foro de Intendentes realizado en la ciudad, Ramiro Arceo, presidente de la Cámara de Servicios Petroleros (CASEPE), alertó sobre el inicio de un éxodo de empresas de la zona ante la falta de condiciones adecuadas para sostener la actividad. En su intervención, remarcó la necesidad urgente de inversión en infraestructura, especialmente en seguridad y conectividad vial, y destacó el rol clave de la articulación público-privada para revertir la tendencia.

El foro contó con la participación de autoridades regionales y provinciales, quienes coincidieron en la necesidad de impulsar mejoras estructurales en el corredor productivo. Sin embargo, en Catriel crecen las demandas por medidas concretas e inmediatas que frenen el deterioro de las condiciones laborales y económicas.

La situación que atraviesa Catriel también expone una problemática de fondo que se arrastra desde hace años: la lenta pero sostenida agonía del petróleo convencional. Con pozos maduros, producción en declive y cada vez menos inversiones destinadas a su desarrollo, la actividad que alguna vez fue el motor económico de la ciudad se encuentra en una fase terminal. A diferencia del dinamismo que hoy proyecta el no convencional en otras zonas de la cuenca, el convencional en Catriel sobrevive entre ajustes, recortes y falta de planificación estratégica. Esta transición no sólo amenaza con dejar sin empleo a cientos de trabajadores, sino que también plantea un desafío urgente para la redefinición del perfil productivo de la región.

El panorama actual refuerza la urgencia de que Catriel encare un proceso de reorganización profunda, ante el agotamiento de su modelo histórico basado en la industria hidrocarburífera convencional. En este contexto, el Foro de Vaca Muerta Norte aparece como una herramienta clave para articular estrategias entre el sector público y privado, y proyectar un nuevo rumbo que permita afrontar la crisis, sostener el empleo y garantizar la estabilidad laboral, social y productiva de la región.