Tras varias semanas de incertidumbre, la Comisaría 9ª de Catriel tiene desde hace un tiempo un nuevo jefe: el comisario Carlos Daniel Manqueo. Su designación fue formalizada por la Jefatura de Policía de Río Negro mediante la Orden del Día de la Dirección General de Recursos Humanos. Manqueo reemplazó en el cargo al anterior jefe de la Unidad y ya se encuentra en funciones.
El comisario llega a Catriel luego de haber estado al frente de la Comisaría Sexta de Allen, donde había sido nombrado en julio de 2024. Su reemplazo en esa localidad fue el comisario Cristian Adrián Vera, proveniente de General Roca.
El traslado se dio en el marco de una serie de reubicaciones internas dentro de la fuerza. Según explicó Rubén Muñoz, referente del Consejo de Bienestar Policial (CBP), el cambio se habría originado tras una impottante reunión realizada en General Roca, en la que varios jefes de unidad expresaron su malestar por los bajos salarios y las condiciones laborales frente a los altos mandos de la Plana Mayor. Manqueo fue el primero que tomó la palabra y luego lo siguieron varios jefes policiales. Poco después, fue reasignado a Catriel. El CBP aseguró que no tiene antecedentes negativos en su carrera y vinculo su traslado a una cuestión de política interna. «En esa reunión estaba la Plana Mayor y al momento de hablar, el se expresó sobre los bajos salarios y lo difícil que está todo económicamente para los integrantes de la fuerza. Fue el que primero habló y lo siguieron el resto de jefes de unidad. Eso no gustó y después de eso, como castigo lo trasladaron a él y a otra jefa, que no aceptó el traslado. El decidió aceptar y se fue para Catriel. En su legajo no tiene cuestiones reprochables», aseguraron desde el Consejo.
En paralelo, trascendieron en redes sociales mensajes anónimos de supuesto personal policial que denuncian irregularidades en su gestión en Allen. Las acusaciones —que incluyen uso indebido de recursos y maltrato laboral— no fueron confirmadas por fuentes oficiales ni acompañadas de presentaciones formales, por lo que se manejan con la prudencia del caso.
Más allá de este contexto específico, la llegada de Manqueo reaviva una tendencia conocida en la ciudad: Catriel suele recibir jefes policiales en situaciones de traslado complejas, muchas veces vistas dentro de la propia fuerza como formas de castigo o disciplinamiento. También es habitual que se designen a jefes próximos a su retiro, como parte de negociaciones internas. Lo cierto es que históricamente, la ciudad no figura entre los destinos preferidos por los comisarios rionegrinos.
Hasta el momento, ni la Jefatura de Policía ni el Ministerio de Seguridad brindaron declaraciones públicas sobre los motivos específicos de esta designación. La comunidad y las autoridades locales siguen de cerca el desarrollo de la nueva gestión, clave para la seguridad y la convivencia en la ciudad.
