Vecinos y vecinas acompañaron a Pastor Gutiérrez a una semana del choque que dejó cuatro víctimas de una misma familia y reclamaron que la causa avance con una carátula más grave, basada en la velocidad y el estado del conductor imputado.

La noche del viernes 28 de noviembre, la Plaza de la Familia fue el punto de encuentro para cientos de personas de Catriel. Una semana antes, el 21 de noviembre, la familia de Gutiérrez viajaba por la Ruta 22 cuando la camioneta en la que se trasladaban se detuvo por un inconveniente con el equipaje. Mientras el conductor estaba fuera del vehículo, la camioneta de Matías Araneda, en libertad condicional por una condena previa por narcotráfico, chocó a la Ecosport con el resto de la familia adentro. El vehículo se incendió y murieron dos adultas y dos menores.

En la marcha, Gutiérrez agradeció la presencia de los vecinos y remarcó que “lo único que pido es Justicia”. También señaló que le planteó al gobernador la preocupación por el estado de las rutas y subrayó que se siente acompañado por la comunidad en medio de la pérdida. «Me quedé solo, pero me quedé con el pueblo que me acompaña también» sostuvo.

En el plano judicial, la causa tiene a Araneda con prisión preventiva. La querella reclama que el hecho sea investigado como homicidio doloso, apoyándose en informes iniciales que mencionan una velocidad cercana a los 170 km/h, en la admisión de que el imputado conducía alcoholizado y en la presencia de estupefacientes en un recipiente dentro de la camioneta.

«En representación de mi familia, les agradezco por esta caminata por la justicia. Que sepan que uno no se queda solo cuando estas cosas pasan».

Pastor Gutiérrez

La defensa sostiene otra versión: afirma que el conductor imputado no vio la Ecosport por el sol, que Gutiérrez frenó en el carril rápido y que no colocó balizas, y atribuye parte de la responsabilidad al sobreviviente. Esos puntos, al igual que la dinámica exacta del siniestro, quedarán sujetos a lo que surja de las pericias y del futuro juicio.

La intendenta Daniela Salzotto también tomó la palabra y describió el hecho como un golpe profundo para la ciudad. Planteó que la comunidad de Catriel necesita justicia, y -en sintonía con la querella- reclamó un «cambio de carátula» y remarcó que la marcha no solo representa a la familia directamente afectada sino a toda la localidad.

Tras los discursos, la columna avanzó por la Avenida San Martín con aplausos y cánticos que exigieron justicia, y dejó planteado el eje que deberá definir la investigación: cómo evaluará la Justicia la conducta del único imputado frente a la dinámica completa del hecho en el que murieron cuatro personas, y qué rumbo tomará el caso cuando avance hacia el juicio.