En un debate atravesado por la urgencia habitacional y las diferencias políticas, la concejala Elizabeth Cofré (Primero Río Negro) remarcó que el acceso a la tierra es una prioridad, pero advirtió que no puede resolverse “de cualquier manera”. Durante la sesión del sábado, decidió abstenerse de votar la incorporación de reservas fiscales al Banco Municipal y expuso sus motivos en un discurso cargado de críticas al oficialismo.
«Estamos todos de acuerdo en que el acceso a la tierra es importante. Pero también importa cómo se ejecuta», expresó Cofré, y apuntó a la falta de planificación como el principal problema de fondo. Según explicó, “hay alternativas que no se agotaron”, como la recuperación de terrenos municipales ociosos o entregados sin control durante gestiones anteriores, algunas de la cuales formó parte.
La concejal mencionó que en barrios como Preiss habría al menos 30 lotes en estado de abandono, sin uso o incluso revendidos. “No se verificó el destino final, no hubo seguimiento. Sin embargo se prefiere avanzar sobre la desafectación de nuevas tierras. Da la sensación de que se elige el camino más fácil”, sostuvo.
Cofré también recordó que el presupuesto municipal aprobado para el próximo ejercicio ronda los 43.000 millones de pesos, y que con voluntad política “hay margen para priorizar proyectos de loteo con servicios” que permitan dar una respuesta más estructural a la demanda.
Durante su intervención, denunció falta de acceso a la información oficial: “No nos llegan las resoluciones del Ejecutivo y el Boletín Oficial no funciona hace meses”, dijo, en presencia del secretario de Comunicación que estuvo durante gran parte de la sesión.
Otro punto de crítica fue la falta de claridad sobre las cifras del Banco de Tierras. “Primero eran 1500 inscriptos, después 1000, ahora me entero que son 592. ¿Cuál es el número real? Sería importante ver ese listado”, planteó, en línea con lo expresado también por Juana Cárdenas, de JSRN.
Sobre su abstención, Cofré explicó que fue una forma de no ignorar la postura de vecinos que manifestaron su desacuerdo con las desafectaciones, muchos de los cuales propusieron otros usos para los espacios en disputa. “Estas iniciativas parecen improvisadas. Hay que pensar soluciones duraderas. No se trata solo de ceder tierras, sino de construir una política habitacional que realmente funcione”, concluyó.