La polarización entre La Libertad Avanza (LLA) y Fuerza Patria definió la elección legislativa de este domingo en Río Negro, en una jornada marcada por el uso debutante de la Boleta Única de Papel y una participación más baja que en comicios anteriores.
Con el 93,36% de los votos escrutados, el resultado mostró un empate técnico en el Senado, donde el peronismo logró imponerse por apenas 0,27 puntos y conservar las dos bancas que dejarán en diciembre Martín Doñate y Silvina García Larraburu. Los nuevos senadores serán Martín Soria y Ana Marks, de Fuerza Patria.
La tercera banca quedó en manos de la libertaria Lorena Villaverde, actual diputada nacional, cuya candidatura se mantuvo pese a las denuncias sobre una condena por narcotráfico en Estados Unidos y sus vínculos personales con Claudio Ciccarelli, primo del empresario Fred Machado, detenido por causas de contrabando y lavado.
Pese a la controversia, LLA logró retener representación en el Congreso y consolidar su presencia electoral en la Patagonia.
Los números del corte de boleta
En la elección a Diputados, el corte de boleta favoreció a los libertarios. LLA obtuvo el 34,43% de los votos y aseguró una banca para Aníbal Tortoriello, quien asumirá en diciembre. El peronismo de Fuerza Patria quedó segundo con el 29,48%, logrando retener un escaño que ocupará Adriana Serquis, investigadora del CONICET y referente del sector científico.
El oficialismo de Juntos Defendemos Río Negro (JDRN), espacio liderado por el gobernador Alberto Weretilneck, quedó tercero con 25,87%, sin posibilidad de conservar ninguna de las bancas en juego.
El Frente de Izquierda y de los Trabajadores obtuvo el 3,09%, seguido por Primero Río Negro, la fuerza de Ariel Rivero (2,96%), el PRO de Juan Martín (2,79%) y el Movimiento al Socialismo (1,34%).
Un voto dividido y baja participación
El fenómeno del corte de boleta fue determinante. Miles de rionegrinos optaron por combinar listas de distintos espacios en cada categoría, generando un resultado inédito: triunfo libertario en Diputados y victoria peronista en el Senado.
La participación electoral alcanzó el 65% del padrón, compuesto por 611.533 votantes, por debajo de los niveles históricos. En 2023 había votado el 77% del electorado y en 2021 el 71,2%. La tendencia a la baja se repitió a nivel nacional, donde el promedio fue del 66%.
El retroceso del oficialismo provincial
El oficialismo rionegrino quedó sin representación en el Congreso por primera vez en una década. La coalición Juntos Defendemos Río Negro, que buscaba proyectar su identidad provincial frente a los partidos nacionales, fue desplazada por una elección que se nacionalizó en el tramo final.
Desde el espacio reconocieron la derrota y señalaron que el resultado “refleja una votación entre extremos”.
“Claramente la gente eligió una cuestión de los extremos, no de los consensos”, afirmó Facundo López desde Viedma. Su compañero de lista, Juan Pablo Muena, sostuvo desde Bariloche que “los rionegrinos eligieron que serán los partidos nacionales los que representen a la provincia”.
Una Patagonia en disputa
El mapa patagónico muestra ahora un equilibrio cambiante. En Río Negro, el peronismo logró resistir la ola libertaria gracias al corte de boleta; en Neuquén, en cambio, La Libertad Avanza amplió su ventaja y desplazó al Movimiento Popular Neuquino, sumando fuerza en el Congreso.
La región se consolida como un territorio electoral en transformación, donde las estructuras provinciales pierden peso frente a proyectos nacionales y los votantes optan cada vez más por combinar opciones según el tipo de elección.
Con un Congreso fragmentado y un voto volátil, Río Negro vuelve a ser un termómetro de la política patagónica, donde la identidad local se entrecruza con las tensiones del escenario nacional.
