La 151 es la ruta más deteriorada de la provincia: “Intransitable, rota, olvidada”

La intendenta Daniela Salzotto y el ministro Alejandro Echarren coincidieron en señalar sobre los riesgos para miles de personas que la transitan a diario. El municipio interviene con fondos propios y la provincia impulsa un amparo judicial para que Nación asuma su responsabilidad.

La Ruta Nacional 151, clave para el tránsito hacia Vaca Muerta y la conexión entre provincias, atraviesa uno de sus peores momentos. La intendenta de Catriel, Daniela Salzotto, volvió a denunciar el «abandono total» de esta vía, por donde circulan a diario trabajadores petroleros, ambulancias, vecinos y turistas. «Intransitable, rota, olvidada», describió.

«Desde hace años vengo reclamando por esta situación: como concejal, como legisladora y ahora como intendenta. No es un reclamo nuevo. Lo que sigue siendo nuevo es la indiferencia de los gobiernos nacionales responsables de esta ruta», expresó. Ante la falta de respuestas, el municipio decidió intervenir con fondos propios: «Nos hacemos cargo de lo que no nos corresponde, porque no podemos seguir esperando mientras se pone en riesgo la vida de nuestra comunidad», sostuvo.

Desde el gobierno provincial, el ministro de Obras y Servicios Públicos, Alejandro Echarren, confirmó que “la Ruta Nacional 151 es la que mayor deterioro presenta” en toda la región. “Hay un mínimo o nulo mantenimiento. El pavimento ha cumplido su vida útil y hay ahuellamientos de hasta 24 cm de profundidad, lo que la hace extremadamente peligrosa”, advirtió.

La situación de la ruta no solo afecta la seguridad vial, sino que obstaculiza el acceso a la salud, la educación y golpea la economía regional. Por ello, Río Negro presentó un amparo judicial colectivo, acompañado por municipios e instituciones, para que el Estado nacional asuma su responsabilidad en el mantenimiento de este corredor vital.

En paralelo, según reveló Forbes Argentina, la Ruta 151 sería una de las primeras obras viales del país en ser financiadas por capitales privados bajo un nuevo modelo de concesión impulsado por Nación. Aunque el anuncio representa una posible vía de solución, genera cautela en Catriel, donde la ruta ha sido eje de reclamos históricos y la desconfianza ante promesas inconclusas es alta.

Mientras tanto, la comunidad sigue enfrentando los efectos concretos del abandono: desmejoras en la calidad de vida, riesgos diarios y una infraestructura que no acompaña el crecimiento ni las exigencias del polo energético que la ciudad representa.