Preocupa la inseguridad en Catriel: robos, violencia y falta de recursos

Los robos de vehículos y los homicidios recientes exponen las limitaciones del sistema de seguridad. Mientras el municipio instala nuevas cámaras y refuerza el monitoreo, la falta de efectivos y la crisis estructural siguen siendo un obstáculo.

Catriel atraviesa una creciente preocupación por la inseguridad tras una serie de hechos delictivos que ponen en evidencia las dificultades para contener la escalada de robos y episodios de violencia. En los últimos días, la ciudad sufrió una seguidilla de robos de motocicletas y vehículos, incluyendo la sustracción de una camioneta Toyota Hilux en la zona rural de Peñas Blancas. El vehículo fue sustraído por tres hombres que escaparon por la Ruta 57.

El miércoles 6 de marzo, un operativo conjunto entre la Policía de Río Negro y efectivos de La Pampa permitió la detención de delincuentes locales acusados de cometer ilícitos en la provincia vecina. La comisaría 9ª de Catriel fue el epicentro de la intervención, reflejando lo que fuentes policiales advierten como una tendencia preocupante: el constante flujo de delincuentes que operan entre ambas provincias, lo que complejiza la prevención y el accionar de las fuerzas de seguridad.

Desde la misma comisaría reconocen que Catriel ya no es la ciudad tranquila de años atrás. La vigilancia policial está coordinada, pero la falta de personal y recursos impacta en la efectividad de los operativos. A esta situación se suman carencias en infraestructura básica dentro de la dependencia, lo que dificulta la incorporación de más efectivos y limita la capacidad operativa. Esto es una responsabilidad directa del gobierno provincial.

El aumento de los hechos de violencia también genera preocupación. En menos de dos semanas, se registraron dos homicidios con arma blanca, ambos en el marco de peleas que derivaron en ataques fatales. El primero ocurrió el 27 de enero en el barrio Preiss, donde Fabián Rodríguez, de 52 años, fue apuñalado en una disputa familiar mientras reclamaba por sus hijos. El segundo se produjo en la madrugada del 8 de febrero en el barrio Marini, donde un hombre de 50 años perdió la vida tras una discusión que escaló a una agresión letal. Estos casos reavivaron el debate sobre la falta de prevención y la necesidad urgente de reforzar las estrategias de seguridad en la ciudad.

En su discurso de apertura de sesiones, la intendenta Daniela Salzotto anunció medidas para fortalecer la seguridad, entre ellas, la instalación de nuevos domos de vigilancia en puntos estratégicos y la optimización del Centro de Monitoreo. Hasta el momento, se ha instalado uno de los seis domos disponibles, ubicado en el acceso norte, con capacidad para registrar imágenes desde el barrio Ceferino hasta la calle Líbano en Santa Cruz. También se colocaron cámaras en puntos estratégicos de la ciudad, aunque aún quedan varias esperando su instalación. Además, el municipio planea modificar horarios en la nocturnidad para reducir hechos de violencia y continuar con reuniones de coordinación con la Policía y la Fiscalía.

A pesar de estas iniciativas, el Consejo Local de Seguridad Ciudadana, un organismo que debería ser clave en la prevención del delito, es cuestionado por su falta de efectividad. La última reunión pública del Consejo se realizó el 31 de diciembre de 2024 y la cita prevista para el 10 de enero fue suspendida sin una nueva fecha definida. Mientras tanto, la intendenta mantuvo encuentros barriales y reuniones con el Ministerio Público Fiscal y fuerzas de seguridad provinciales, aunque hasta el momento no se anunciaron medidas concretas surgidas de estos encuentros.

El crecimiento de Catriel y la evolución del delito imponen nuevos desafíos que requieren de inversiones estructurales y una mayor coordinación entre Municipio, Provincia y Nación. Mientras tanto, la comunidad sigue exigiendo respuestas urgentes ante una situación genera cada vez más incertidumbre para la comunidad catrielense.