El municipio de Catriel mantuvo una reunión con vecinos del Lote 14 para delinear los trabajos del plan de contención en la zona de ribera ante una posible crecida del río durante la temporada de primavera y verano. La iniciativa forma parte de un esfuerzo preventivo para minimizar los riesgos que podrían afectar a las áreas cercanas al cauce del río, especialmente en épocas de mayor caudal debido al deshielo y las lluvias estacionales.
En días previos a la reunión con los vecinos, la intendenta Daniela Salzotto mantuvo un encuentro con el Departamento Provincial de Aguas (DPA) con el objetivo de obtener información detallada sobre el comportamiento esperado del cauce del río en los próximos meses. Durante esta reunión técnica, se analizaron los posibles escenarios de crecida y se revisaron los datos hidrológicos disponibles para anticipar medidas de respuesta adecuadas.
Durante el encuentro con la comunidad, se discutieron distintas opciones y estrategias que serán implementadas por la Secretaría de Servicios Públicos y Obras de la municipalidad. Entre las acciones propuestas se encuentran la colocación de barreras temporales, el refuerzo de los terraplenes y la mejora de los sistemas de drenaje para controlar y desviar el agua en caso de crecida. Los vecinos expresaron sus preocupaciones y aportaron sugerencias para mejorar la efectividad de las medidas, enfatizando la importancia de la coordinación y el monitoreo constante durante los meses críticos.
Desde el municipio destacaron la relevancia de actuar con antelación para evitar situaciones de emergencia y proteger tanto a los residentes como a las infraestructuras cercanas a la ribera. «Es fundamental trabajar en conjunto con los vecinos y los organismos provinciales para asegurarnos de que todos los preparativos estén en marcha y puedan responder de manera efectiva a cualquier eventualidad», afirmó Salzotto.
La Secretaría de Servicios Públicos y Obras comenzará a implementar estas estrategias en las próximas semanas, en coordinación con el DPA y otros entes involucrados en la gestión de riesgos hídricos. Las acciones se centrarán en garantizar la seguridad de la comunidad y reducir el impacto de posibles inundaciones que suelen intensificarse durante la primavera y el verano debido al aumento del caudal del río.