Vaca Muerta atraviesa un inicio de año de alta intensidad: récord de etapas de fractura, crecimiento sostenido de la producción y anuncios de inversión de largo plazo. Sin embargo, el desplome del precio internacional del petróleo plantea un escenario desafiante que podría impactar en la actividad durante la segunda mitad de 2025.
En marzo, las empresas que operan en la formación no convencional alcanzaron por primera vez más de 2.000 etapas de fractura en un solo mes. Ese impulso llevó a Neuquén a rozar su máximo histórico de producción, con 467.000 barriles diarios. Además, se inauguró el proyecto Duplicar, que agrega capacidad de transporte clave hacia el Atlántico, con 315.000 barriles diarios adicionales.
Paralelamente, se confirmó una inversión de cerca de 7.000 millones de dólares a 20 años por parte del consorcio Southern Energy para la primera planta de exportación de gas natural licuado (GNL) desde Río Negro, un paso estratégico hacia nuevos mercados.
Pero el contexto global comienza a mostrar señales preocupantes. El precio internacional del crudo cayó de casi 75 dólares por barril a menos de 60 en apenas una semana de abril. La desaceleración de la demanda, en particular por la menor actividad en China, y el anuncio de la OPEP+ de aumentar la producción mundial, generan expectativas de sobreoferta en el mercado.
“La disminución de precios internacionales podría conducir a una reducción de la producción de shale oil en EE.UU.”, advirtió la consultora Economía y Energía (E&E), que lidera Nicolás Arceo. En ese país, perforar un pozo rentable requiere precios de entre 61 y 70 dólares por barril. Actualmente, la referencia WTI cotiza por debajo de ese rango.
En Argentina, aunque algunos desarrollos de Vaca Muerta pueden sostenerse con un break even de entre 40 y 45 dólares, fuentes del sector señalaron que los efectos de esta baja recién podrían sentirse hacia fin de año, especialmente en las decisiones de inversión para 2026. De todos modos, advierten que es pronto para hacer proyecciones definitivas por la alta volatilidad del mercado.
La caída de precios tuvo también efectos locales. YPF redujo en abril un 4% promedio el valor de sus combustibles, con bajas de hasta el 8% en productos premium en algunas regiones.
El impacto potencial en las exportaciones también preocupa. En el primer trimestre del año, Argentina exportó un promedio de 218.000 barriles diarios a un precio de 75 dólares, lo que proyecta ingresos anuales cercanos a los 5.900 millones de dólares. Una baja de 10 dólares por barril podría significar una pérdida de 800 millones anuales, sin contar una posible merma en los volúmenes disponibles.
En resumen, Vaca Muerta continúa batiendo marcas y atrayendo inversiones, pero el panorama internacional obliga a seguir de cerca la evolución del mercado. El segundo semestre podría ser clave para definir el impacto real de esta nueva etapa de precios bajos.
