Los trabajos de mantenimiento sobre la Ruta Nacional 151 avanzan sobre el tramo entre Catriel y el kilómetro 120, uno de los sectores donde el desgaste acumulado del pavimento es más evidente. Las cuadrillas están aplicando unas 80 toneladas diarias de mezcla para tareas de bacheo y carpetines, con espesores distintos según el daño de cada punto.
La planificación oficial indica que esta primera fase utilizará 850 toneladas destinadas a sostener la transitabilidad antes del invierno. Una vez finalizado ese volumen, se prevé una pausa técnica de un mes, periodo en el cual se gestionará la adquisición de 3.000 toneladas adicionales.
Ese refuerzo apunta a intervenir 95 kilómetros considerados críticos, un tramo donde se combinan pozos profundos, deformaciones históricas y un flujo constante de vehículos particulares, camiones y transporte petrolero.
Los datos confirman que la obra no es estructural sino de mantenimiento y recuperación superficial, y que la continuidad está atada a la disponibilidad de materiales y a la programación operativa de las cuadrillas. Los plazos de finalización integral aún no fueron informados.
Para la región, la 151 sigue siendo un corredor clave y una demanda recurrente de mejoras. La evolución de estas etapas determinará cuánto puede mejorar la seguridad y el tránsito en los próximos meses.