Vecinos del barrio Cuatro Esquinas de Catriel se sorprendieron este jueves por la tarde cuando una gran cantidad de abejas invadió la zona de Islandia y Bibiana García, cubriendo los paraísos del lugar y parte de la calzada.
Durante varios minutos, el enjambre se mantuvo en movimiento entre los árboles, formando una nube visible desde distintas cuadras. Afortunadamente, no hubo personas afectadas ni ataques, ya que en el momento no circulaban peatones por el sector.
Según estimaciones de los vecinos, el fenómeno podría haberse originado por una agresión o movimiento de la colmena en algún punto cercano. “Fue impresionante ver cómo giraban todas juntas, como si buscaran otro lugar”, relató una residente de la zona.
Después de unos minutos, las abejas se dispersaron sin dejar rastros. Algunos especialistas y apicultores consultados recordaron que en estos casos la mejor reacción es no intervenir. Intentar espantarlas, arrojarles agua o usar insecticidas puede poner en peligro a las personas y, además, afectar gravemente a las abejas, fundamentales para la polinización y el equilibrio de los ecosistemas.
Los expertos recomiendan mantener distancia y evitar movimientos bruscos. “Los enjambres suelen permanecer quietos por pocas horas o días, y luego se marchan solos. Si se asientan en una vivienda o zona de paso, lo adecuado es llamar a un apicultor o profesional especializado, nunca intentar retirarlas por cuenta propia”, explicaron.
También se sugiere no agitar los brazos ni correr si las abejas vuelan cerca, y buscar refugio bajo techo si se acercan en grupo. En la mayoría de los casos, estos insectos no buscan atacar, sino trasladarse en busca de un nuevo hogar.
El episodio en Cuatro Esquinas terminó sin consecuencias, pero dejó una lección clara: ante un enjambre, la calma y el respeto por la naturaleza son las mejores herramientas para evitar accidentes y proteger a una especie clave para la vida en el planeta.