El presidente Milei se encuentra nuevamente en el centro de una controversia. Es que, en un acción llamativa, tomó la decisión de girar la suma de 1000 millones de pesos al gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés. Este movimiento tuvo como fin financiar actividades relacionadas con el carnaval y contratar a la conocida bailarina Lourdes Sánchez. Este tipo de decisiones resultan llamativas en un contexto donde el propio Milei fue crítico de los gastos de los gobernadores en eventos culturales y recitales, argumentando que las prioridades del país deberían centrarse en otros aspectos de mayor relevancia.
El Presidente bajó a casi cero las transferencias discrecionales a las provincias, pero en el caso de Corrientes replicó a la perfección las prácticas usuales de lo que denomina «la casta». Pese a sus críticas constantes a este tipo de políticas, Mieli utilizó el polémico instrumento de los Adelantos Transitorios de la Nación (ATN) para aceitar el apoyo político de Valdés a la Ley Ómnibus.
A pesar de esta acción, Milei se mostró más interesado en participar en eventos políticos y sociales, como la celebración del décimo aniversario de un club libertario, que en abordar los problemas reales que enfrenta la nación. Esta discrepancia entre sus acciones y las necesidades del país siguen generando críticas y cuestionamientos por parte de diversos sectores de la sociedad.
El presidente fue particularmente enfático en sus críticas hacia algunos gobernadores, a quienes acusó de traición y malversación de fondos públicos. Sin embargo, estas acusaciones no siempre son respaldadas por evidencia concreta y constantemente son objeto de debate en el ámbito político y mediático.