El gremio docente Unter definió una serie de medidas de fuerza que afectarán la actividad educativa en Río Negro. Durante una asamblea realizada el lunes, con la participación de las 18 seccionales, se acordó la realización de paros zonales, comenzando este jueves 3 de octubre en Bariloche y El Bolsón, con una jornada de cese de actividades de 24 horas.
Además, Unter ratificó su adhesión al paro nacional convocado para el miércoles 2 de octubre, acompañado por una marcha en defensa de la universidad pública. En su comunicado, el gremio repudió la «escalada de violencia» que, afirman, es impulsada por el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, contra los trabajadores de la educación y la escuela pública. Asimismo, rechazaron la declaración de la educación como servicio estratégico esencial, exigiendo que cualquier cambio en las condiciones laborales sea discutido con el sindicato.
El conflicto entre el gremio docente y el gobierno provincial continúa en aumento, luego de los incidentes de represión registrados frente a la Legislatura en Viedma. El gobernador Weretilneck, a través de su cuenta en la plataforma X, anunció la baja de 20 licencias especiales que utilizaban los docentes de Unter para cumplir tareas gremiales, las cuales -señaló- representaban un costo mensual superior a los 20 millones de pesos para la provincia. Además, informó que se está evaluando el marco legal para anular otras 65 licencias, que suponen un costo de más de 132 millones de pesos al mes.
El principal reclamo de Unter se centra en el rechazo al nuevo sistema de control de ausentismo y a la ley de esencialidad, aprobada en primera instancia el pasado jueves, la cual exige la presencia de guardias mínimas en las escuelas durante los días de paro docente. Desde el sindicato se mantiene la postura de rechazar estas iniciativas por considerarlas un intento de disciplinamiento hacia las voces disidentes.
Durante un acto en Viedma, en el que se anunciaron licitaciones para la construcción de redes de servicios y viviendas, Weretilneck defendió las acciones del gobierno en medio del conflicto con Unter. Afirmó que los docentes de Río Negro perciben el mejor salario del país y que el gobierno no ha implementado medidas de ajuste en su contra. Sin embargo, señaló que la actitud del gremio no reconoce estos beneficios y que, ante lo que describió como una «actitud de violencia», el gobierno tomará las medidas que considere necesarias para proteger los intereses de la provincia y de los estudiantes.
Denuncias por represión y rechazo a la ley de esencialidad
En respuesta a los hechos de represión registrados frente a la Legislatura el 26 de septiembre, Unter denunció penalmente ante la Fiscalía de la Primera Circunscripción las lesiones y otras agresiones sufridas por los manifestantes. Además, se presentaron como querellantes en la causa, solicitando a la Justicia esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad de los funcionarios y el personal policial involucrado. Desde el sindicato enfatizaron que no permitirán «el atropello de la policía ni del gobierno» y rechazaron el discurso que los acusa de ser violentos, afirmando que quienes actúan de forma violenta son aquellos que «definen políticas en contra de las clases populares».
En el marco del paro nacional del 2 de octubre, Unter reiteró su rechazo al proyecto de ley que declara a la educación como un servicio esencial, insistiendo en que «la educación es un derecho, no un servicio». Además, exigieron la derogación de las resoluciones que privatizan el sistema de auditorías médicas, la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), y un mayor presupuesto para la educación y las universidades. También expresaron su oposición a las reformas jubilatorias y al sistema de presentismo, en defensa de los derechos conquistados por los trabajadores de la educación.