El dólar vuelve a subir, los bancos están desesperados por retener los ahorros y el gobierno usa millones de las reservas para tratar de calmar el mercado. Sin embargo, la tensión sigue en aumento y muchos ya se preguntan qué va a pasar con sus depósitos y su poder adquisitivo.
El Banco Central terminó la semana con apenas USD 26.626 millones en reservas, el nivel más bajo en años, y gastó más de USD 200 millones para evitar que el dólar siga subiendo. Pero el billete azul ya cerró en $1.280 y en el mercado aseguran que su «piso» es de $1.230. La demanda de dólares no frena, y los bonos del país siguen perdiendo valor, lo que refleja la incertidumbre de los inversores.
Ante este panorama, los bancos están tomando medidas desesperadas para evitar una fuga masiva de depósitos. En los últimos días, algunas entidades comenzaron a ofrecer tasas altísimas para quienes mantengan sus ahorros en dólares. Por ejemplo, el Banco Macro ahora paga un 3,75% anual por un plazo fijo en dólares, una cifra inédita en Argentina.
Mientras tanto, el gobierno apuesta a un salvavidas del FMI. En Wall Street circula la versión de que el Fondo otorgaría un préstamo de USD 20.000 millones, lo que trajo algo de alivio entre los grandes inversores. Se espera que esto ayude a calmar la crisis en el corto plazo, pero no está claro cómo impactará en la economía real.
El problema es que muchos ahorristas están perdiendo la confianza en el peso. Actualmente, hay más de USD 33.000 millones en plazos fijos en pesos, y la mayoría vence en apenas 30 días. Si los ahorristas deciden convertir esos pesos en dólares, la situación podría volverse aún más complicada. En el Ministerio de Economía ya temen que esto provoque una suba explosiva del dólar y los obligue a aumentar aún más las tasas de interés, lo que afectaría a sectores clave como la construcción y el crédito.
Además, en los últimos días se registró un retiro masivo de dinero de los llamados «fondos money market», que son inversiones de muy corto plazo. Solo en un día se fueron 400.000 millones de pesos, el equivalente a unos USD 330 millones. Esto indica que cada vez más gente está buscando refugio en el dólar, anticipándose a un posible descontrol de la economía.
Los que saben del mercado ya están cubriéndose. «Te quedás en pesos si confiás en que el dólar va a estar quieto y la inflación va a bajar. Pero los que entienden el juego ya se están dolarizando, porque ven venir los problemas antes que el resto», explicó un operador financiero.
En este contexto, la pregunta que muchos se hacen es: ¿qué va a pasar en las próximas semanas? Con un gobierno que sigue quemando dólares, bancos que intentan retener depósitos con tasas récord y una economía cada vez más tensionada, la incertidumbre sigue en aumento. La clave estará en cómo reaccionen los ahorristas y si el gobierno logra evitar una crisis mayor.
