Dos efectivos de la Policía de Río Negro quedaron formalmente imputados por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada y robo, en un caso que involucra abuso de autoridad y violencia de género. El incidente ocurrió el pasado 30 de diciembre en pleno centro de Cinco Saltos, y la víctima es la expareja de uno de los agentes.
La formulación de cargos se realizó el 31 de diciembre. Durante la audiencia, la fiscalía presentó evidencia que incluye registros de cámaras de seguridad, determinando que los policías, quienes se encontraban en un patrullero oficial realizando rondas preventivas, interceptaron a la víctima cerca de las 10 de la mañana en una parada de colectivos. Allí, el agente, quien tenía una relación previa con la mujer, la increpó violentamente.
Según la investigación, ambos policías intentaron subir a la víctima al patrullero en contra de su voluntad. En medio del forcejeo, tomaron la mochila de la mujer, quien en su intento logró tomar un celular que tenía uno de los agresores. Los uniformados abandonaron el lugar, pero minutos después regresaron. El policía implicado directamente descendió con la mochila en mano y propuso intercambiarla por el celular.
En ese momento, llegaron otros dos efectivos, a quienes el acusado solicitó que subieran a la mujer al patrullero. Inducidos al error y desconociendo la situación, los policías accedieron, trasladándola en contra de su voluntad por Avenida Argentina hasta calle Cordero. Allí, la discusión continuó, y según la imputación, la víctima fue despojada de su billetera antes de ser abandonada en el lugar.
El Ministerio Público Fiscal calificó los hechos como privación ilegítima de la libertad agravada, en concurso ideal con secuestro y robo. Destacó que los imputados aprovecharon su condición de funcionarios públicos para perpetrar los delitos y subrayó que los hechos ocurrieron en un marco de violencia de género, dado el historial de maltrato psicológico, físico y simbólico ejercido por el policía hacia la víctima.
La fiscalía solicitó prisión preventiva para ambos acusados. Sin embargo, el juez dispuso esta medida únicamente para el policía que tenía vínculo con la víctima, quien permanecerá detenido durante los cuatro meses que durará la investigación. Su compañero, en cambio, enfrentará el proceso con una tobillera electrónica y bajo estricta prohibición de acercarse a la mujer.
La fiscalía continúa recolectando pruebas, y las imágenes de cámaras de seguridad presentadas en la audiencia complicarían la situación procesal de los imputados.