En un contexto de ajustes económicos y temperaturas extremas, más de 14.000 familias en el área de concesión de EdERSA perdieron el subsidio en la tarifa de energía eléctrica en los últimos dos meses, lo que incrementó los costos para muchos hogares en hasta un 50%. Este cambio ocurre justo cuando la región enfrenta un verano con temperaturas cercanas a los 40 grados, según los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional.
La medida responde a la política del gobierno nacional de reducir el déficit fiscal mediante el recorte progresivo de subsidios al Costo de Abastecimiento eléctrico y de gas, una decisión que afecta a miles de familias en todo el país. En Río Negro, EdERSA informó que entre octubre y diciembre de 2024, 14.353 usuarios perdieron el beneficio.
Según la empresa, el porcentaje de usuarios clasificados como Nivel 2 (N2), aquellos que califican para el subsidio completo, cayó del 42% al 34%, mientras que el grupo de Nivel 1 (N1), quienes no reciben subsidio, aumentó del 37% al 42%. Estos cambios reflejan un impacto significativo en los hogares, especialmente en aquellos que fueron reclasificados.
La clasificación tarifaria depende de los ingresos familiares registrados. Aquellos que ganan más de $3.500.000 anuales pierden el subsidio, mientras que quienes tienen ingresos inferiores a la Canasta Básica ($910.000 en la Patagonia) mantienen el beneficio completo. Las familias que pasan de N2 a N1 enfrentan aumentos de hasta un 50% en sus facturas, mientras que quienes pasan de N2 a N3 experimentan subas del 15%.
EdERSA enfatizó que el trámite para mantener el subsidio sigue abierto en el sitio web oficial del gobierno nacional, pero quienes no lo gestionen serán automáticamente clasificados como N1, sin acceso al beneficio.
En paralelo, la distribuidora EdERSA lanzó la campaña “Verano Eficiente”, destinada a promover el uso racional de la energía eléctrica. Ante un verano más cálido de lo habitual, la empresa instó a los usuarios a tomar medidas para reducir el consumo, como elegir electrodomésticos de alta eficiencia energética, utilizar aires acondicionados en 24°C o más, y priorizar el uso de ventiladores, que consumen significativamente menos energía.
El aumento del consumo durante los meses más calurosos es notable. Según estimaciones, sólo los equipos de refrigeración representan más de un tercio del consumo eléctrico en el país durante el verano. En 2024, el pico de demanda alcanzó los 30.000 megavatios, y se espera que esta cifra se incremente con las altas temperaturas pronosticadas.