El gobierno de Río Negro, bajo la gestión del gobernador Alberto Weretilneck, tomó la decisión de rescindir el contrato del plan director de agua potable de Catriel. Esta obra, considerada fundamental para asegurar el abastecimiento de agua potable a la ciudad, se encontraba paralizada debido a la falta de financiamiento por parte del Ente Nacional de Obras Hídricas y de Saneamiento (Enohsa).
El contrato, adjudicado en octubre de 2021 a la UTE conformada por Ecosur S.A. e Impex S.A., tenía un avance del 26,7% al momento de la suspensión de los trabajos en mayo de 2023. Las dificultades surgieron debido a la demora en los pagos por parte del Enohsa y la falta de redeterminación de precios que permitiera ajustar los costos de la obra, afectados por la inflación. La empresa contratista solicitó en diversas oportunidades la adecuación de los valores contractuales, advirtiendo que la situación financiera volvía imposible continuar con los trabajos, pero estas solicitudes fueron rechazadas.
Ante esta situación, el gobierno provincial decidió rescindir el contrato e intimar a la contratista a devolver más de 1.030 millones de pesos al Departamento Provincial de Aguas (DPA). Este monto incluye un anticipo financiero de 972 millones de pesos, dos vehículos 4×4 que la empresa debía entregar al organismo y los costos asociados a la construcción de una vivienda que debía realizarse en el predio de la nueva planta potabilizadora, tras la demolición de una propiedad perteneciente al DPA. Además, se suman deudas menores, como combustible y patentamientos de los vehículos.
El decreto firmado por el gobernador establece que la empresa tiene un plazo de 15 días para abonar el monto adeudado en la cuenta del DPA. De no cumplir con esta obligación, el gobierno provincial recurrirá a la Fiscalía de Estado para ejecutar las garantías y cobrar la deuda mediante las pólizas de seguro de caución.
El Departamento Provincial de Aguas, que asumió la administración del proyecto tras la rescisión del contrato, será responsable de recibir los avances de obra y de gestionar los próximos pasos para su posible reactivación. Esta infraestructura es considerada de suma importancia para Catriel, ya que está diseñada para mejorar y ampliar la red de agua potable en una ciudad que experimenta un crecimiento constante y enfrenta desafíos en la provisión de servicios esenciales.
El proyecto, financiado originalmente por el Enohsa pero gestionado a nivel provincial, representa una obra clave para asegurar el suministro de agua potable a la población de Catriel. Con la rescisión del contrato, se espera que la provincia determine las acciones necesarias para retomar esta iniciativa, que quedó interrumpida tras los problemas financieros que afectaron su desarrollo.