Represión a docentes en Río Negro en el primer día de paro

El gobernador Alberto Weretilneck justificó la represión policial en Viedma y acuso al gremio de provocar "incidentes violentos" en el exterior de la Legislatura.

La primera jornada de paro de 48 horas convocada por el gremio docente UnTER en Río Negro finalizó en un clima de alta tensión tras la represión policial frente a la Legislatura, en la capital provincial.

La protesta, que reunió a cientos de docentes de diversas localidades, fue organizada en rechazo a las recientes políticas del gobernador Alberto Weretilneck, en particular la privatización de auditorías médicas y la propuesta de declarar la educación como un “servicio estratégico esencial”.

Desde las primeras horas de la mañana, la Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro (UnTER) inició un paro provincial en reclamo de mejores condiciones laborales, salarios dignos, y el respeto a los derechos adquiridos, como el régimen de licencias. Asimismo, exigen la derogación de las resoluciones 5153/24 y 5154/24, que trasladan a empresas privadas la gestión de auditorías médicas para los docentes.

La adhesión al paro, que según fuentes sindicales alcanzó el 90%, incluyó una marcha hacia la Legislatura de Viedma, donde hoy se dio tratamiento a un proyecto de ley que para declarar la educación como un «servicio esencial». Fue aprobado por mayoría. La propuesta, presentada por el bloque oficialista, fue duramente criticada por los gremios docentes, que sostienen que esta medida limitaría el derecho a huelga y precarizaría aún más las condiciones de enseñanza en la provincia.

Durante la concentración frente a la Legislatura, se produjo un violento enfrentamiento entre los manifestantes y la Policía de Río Negro. Según UnTER, el operativo policial incluyó el uso de gas lacrimógeno y golpes para impedir que los docentes ingresaran al recinto legislativo. Varios trabajadores de la educación resultaron heridos, entre ellos la secretaria general del gremio, Silvana Inostroza, quien sufrió un esguince en su pie izquierdo tras ser golpeada por la policía. Otros manifestantes fueron atendidos por descompensaciones y efectos del gas pimienta en el hospital local.

El gobernador Alberto Weretilneck emitió un comunicado oficial en el que justificó el accionar policial, acusando a los manifestantes de haber provocado «incidentes violentos» con el uso de palos y botellas llenas, que dejaron a varios efectivos heridos y daños materiales en el edificio de la Legislatura. «Esto no es una manifestación, es un acto delictivo que no vamos a tolerar. La violencia nunca es el camino», señaló el mandatario.

Por su parte, la legisladora Magdalena Odarda, del bloque opositor Vamos con Todos, condenó la represión y exigió la renuncia de la jefa de la Policía provincial. Durante la sesión, que continuaba en medio de las protestas, Odarda afirmó: «No podemos legislar como si acá no pasara nada. Lo que ocurrió hoy es inaceptable en un Estado democrático.»

El conflicto se enmarca en un contexto nacional de tensión con los gremios docentes, quienes denuncian un ajuste presupuestario en la educación pública y la precarización del sistema educativo. En diálogo con Sudestada, Patricia Ponce, secretaria general de la seccional de UnTER en Roca, criticó la iniciativa de declarar la educación como servicio esencial, argumentando que «el Estado debería garantizar las condiciones necesarias para enseñar y aprender, en lugar de atacar a los docentes que luchan por un sueldo digno y escuelas en condiciones».

El paro docente continuará mañana, viernes 27 de septiembre, mientras crece la incertidumbre respecto a la escalada del conflicto. Las movilizaciones también contaron con el apoyo del gremio estatal ATE, que lleva a cabo una medida de fuerza en el marco de un paro nacional.

La situación sigue en desarrollo.