A partir del próximo mes, los senadores nacionales percibirán un salario bruto superior a los $9,5 millones, como consecuencia de la última actualización paritaria para el personal del Congreso. El ajuste del 1,3% correspondiente a marzo, abril y mayo impactará directamente en las dietas legislativas por una decisión adoptada el año pasado.
En abril de 2024, en una sesión sin debate y con votación a mano alzada, el Senado aprobó un esquema que ata sus aumentos salariales a los que acuerdan los empleados del Poder Legislativo. Esa cláusula, vigente desde entonces, se activó automáticamente tras la firma del acuerdo paritario realizada esta semana por los presidentes de ambas Cámaras, Martín Menem y Victoria Villarruel, junto a los gremios legislativos.
Desde entonces, cualquier mejora para los trabajadores impacta de forma directa en las dietas de los senadores. En este caso, el nuevo aumento eleva el ingreso mensual bruto a $9.504.160, según el valor del módulo que compone el salario legislativo.
La vicepresidenta Villarruel intentó frenar este mecanismo en diciembre de 2024, sin éxito. A través del decreto 27/24, logró que se prorrogara el congelamiento de dietas hasta el 31 de marzo de 2025, con el respaldo de bloques como La Libertad Avanza, PRO, UCR, Frente Renovador de la Concordia y Las Provincias Unidas. Sin embargo, no hubo acuerdo para sostener esa medida durante 2025, y la falta de definiciones antes del cierre de la liquidación salarial de abril habilitó la actualización automática.
El aumento volvió a reactivar el debate sobre los salarios de la clase política, en un contexto de ajustes y recortes en otros sectores del Estado. Hasta el momento, no hubo declaraciones oficiales de senadores ni de los bloques parlamentarios sobre el tema.
