La diputada nacional Juliana Santillán (La Libertad Avanza) protagonizó un tenso cruce televisivo con residentes del Hospital Garrahan, en medio de un reclamo por mejoras salariales. En el programa «A dos voces» (TN), la legisladora afirmó que “una persona puede vivir con 360 mil pesos”, en alusión al ingreso mensual de profesionales médicos que actualmente perciben menos de 800 mil pesos.
La confrontación se dio cuando la médica residente María Belén Mansilla explicó que el aumento propuesto por el Gobierno consiste en un bono no remunerativo, sin impacto en el recibo de sueldo. “¿Usted podría vivir con $797.000? Somos médicos, trabajamos de lunes a viernes más de ocho horas y hacemos seis guardias de 24 horas”, planteó Mansilla. Santillán respondió con ironías y comparaciones con otras gestiones: “¿Le pedían esto al kirchnerismo?”.
La diputada criticó la postura de los profesionales: “No les queda bien el bono, el aumento, o lo que sea. ¿Qué es lo que necesitan?”. La residente replicó: “Estamos de acuerdo con un aumento que impacte en el recibo. No puedo alquilar con $800.000. Ese no es el sueldo que nos corresponde”.
Luego del intercambio, y ya sin las médicas en el estudio, Santillán intentó desacreditar el reclamo citando una infografía del Indec. Pero malinterpretó los datos: “La canasta básica total para una familia de cuatro miembros en mayo, por el Indec: 360 mil pesos”, dijo, cuando en realidad ese monto corresponde al umbral de pobreza para una sola persona. Para una familia tipo, la cifra supera 1,1 millón de pesos.
Pese a la corrección, Santillán insistió: “Una persona puede vivir con 360 mil pesos, incluso alquilando”.
A sus dichos se sumó la diputada Lilia Lemoine, también de La Libertad Avanza, quien sugirió que los médicos “cambien de trabajo” si buscan un mejor sueldo. “Sos médico y no te sirve el sueldo; tenés la libertad de hacer otra cosa”, dijo. Y añadió: “Se suele pensar (mal) que hay que cuidarlos más que a un albañil, un peluquero o una cocinera”.
El cruce dejó expuestas tanto las dificultades económicas que enfrentan los trabajadores de la salud como el desconcierto oficialista en el uso de estadísticas públicas.
