El sistema de salud en Río Negro enfrenta una crisis sin precedentes, que afecta directamente a Catriel y otras localidades del Alto Valle Oeste. Según denuncias del gremio Asspur, el Hospital de Cipolletti, un centro de referencia regional, está atravesando un proceso de «vaciamiento» que impacta gravemente en la atención médica de toda la región. La falta de profesionales, insumos y recursos en el hospital cipoleño pone en riesgo la atención de miles de pacientes, incluyendo los de Catriel, que dependen de su capacidad operativa.
El delegado de Asspur, Santiago Cayupan, describió un panorama desolador: un éxodo masivo de médicos y enfermeros, déficit de especialistas como pediatras y ginecólogos, y la reducción drástica de camas de Unidad de Terapia Intensiva (UTI). «Hoy solo hay cinco camas UTI para un centro de salud de complejidad 6, que es cabecera de todo el corredor del Alto Valle Oeste, desde Catriel hasta Fernández Oro. Durante la pandemia hubo tres salas de UTI con más de 10 camas, pero hoy ese número se redujo significativamente», afirmó Cayupan.
Derivaciones y sobrecarga: la atención de Catriel en riesgo
El impacto de esta situación en Catriel es preocupante. El Hospital de Cipolletti no solo es un centro de referencia, sino también un punto crucial de derivación para los pacientes de Catriel que requieren atención de alta complejidad. La falta de camas y recursos en Cipolletti obliga a derivar a los pacientes al sistema privado, un costo que muchas veces el sistema público debe absorber si el paciente no cuenta con cobertura de obra social. Esta situación genera demoras y aumenta la vulnerabilidad de los habitantes de Catriel que ya enfrentan dificultades para acceder a servicios de salud especializados.
La crisis en Cipolletti refleja un problema más amplio en toda la provincia. Catriel, al no contar con un hospital de alta complejidad, depende en gran medida de los recursos disponibles en Cipolletti. «Cada vez es más difícil para nosotros gestionar derivaciones, y los tiempos de espera pueden ser críticos para los pacientes», comentó un profesional de la salud local, que prefirió no ser identificado.
Éxodo de profesionales y falta de especialistas
Otro problema crítico es el éxodo de profesionales hacia el sector privado o hacia la provincia de Neuquén, donde las condiciones laborales son más atractivas. Esta fuga no solo afecta a Cipolletti, sino que repercute directamente en la disponibilidad de especialistas para atender a pacientes derivados desde Catriel. La falta de pediatras, ginecólogos y generalistas genera una cadena de complicaciones que terminan afectando a los sectores más vulnerables.
«Muchos profesionales prefieren trabajar en el privado o en Neuquén, donde los salarios son mejores. Mientras tanto, el gobierno provincial no implmenta políticas efectivas para retenerlos ni para mejorar las condiciones de trabajo en los hospitales públicos», sostuvo Cayupan.
La renuncia de la exministra de Salud, Ana Senesi, dejó al sistema sin una conducción clara en un momento de extrema necesidad. Asspur reclama la designación urgente de un nuevo ministro o ministra de Salud que pueda gestionar y canalizar las demandas de los trabajadores y asegurar que los recursos lleguen a los hospitales.