Catriel declaró la emergencia laboral en la industria hidrocarburífera por 180 días, en respuesta al deterioro del empleo vinculado a la crisis de los yacimientos maduros. La medida, impulsada por el oficialismo local, fue acompañada por gestiones de la intendenta Daniela Salzotto ante el gobernador Alberto Weretilneck, quien se comprometió a convocar a la comisión de seguimiento de los contratos petroleros.
Con la sanción de la ordenanza, se estableció la conformación de una mesa de trabajo tripartita, integrada por el Gobierno provincial, los gremios petroleros y de la construcción, y las empresas operadoras y de servicios con presencia en Catriel. Esto no es otra cosa que reflotar la antigua comisión de seguimiento, que según fuentes provinciales se reunirá próximamente en el Alto Valle para monitorear la situación del empleo, elaborar planes de contingencia y articular medidas ante posibles despidos o suspensiones de ser necesario.
Salzotto denunció recientemente un panorama crítico en el sector y el aumento de cesantías, suspensiones y no renovación de contratos. Aseguró que a esto se suma la parálisis de obra pública, el freno a nuevas inversiones y la reducción de cuadrillas por parte de operadoras.
Yacimientos maduros, concesiones vencidas y tensiones empresariales
La emergencia laboral se enmarca en un contexto de reestructuración empresarial y declive natural de los yacimientos de la región. Catriel, históricamente vinculada a la producción de hidrocarburos, enfrenta el desafío de reconvertir su matriz económica en un escenario que se aleja de la bonanza petrolera.
Con una creciente incertidumbre sobre el futuro de los yacimientos maduros en Catriel, la empresa Aconcagua Energía anunció que sus socios estratégicos, Vista Oil & Gas y Trafigura, le darán respaldo financiero mientras atraviesa un proceso de reestructuración de su deuda, estimada en unos 400 millones de dólares.
El anuncio se formalizó ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), donde se informó que ambas compañías acordaron no ejecutar las garantías patrimoniales que poseen sobre Aconcagua, lo que le otorga un margen de oxígeno para avanzar en su saneamiento financiero.
Aconcagua es la operadora de áreas como Catriel Oeste, Medanito y Entre Lomas, entre otras, muchas de las cuales forman parte de un acuerdo de cesión con Vista que se completará en 2027. Estas áreas, de gran peso en la economía local, atraviesan una etapa de reestructuración operativa y productiva. Se encuentran actualmente en revisión por parte del Gobierno provincial, como parte del seguimiento de sus contratos.
El respaldo de Vista y Trafigura está atado al éxito del proceso de reestructuración: al menos el 90% de los acreedores financieros deben aceptar los términos para que avance una «Potencial Transacción», orientada a reforzar la estructura patrimonial y gerencial de Aconcagua y permitirle cumplir con sus compromisos operativos.
La situación ocurre en paralelo a la declaración de emergencia laboral en Catriel, dispuesta por el Concejo Deliberante y respaldada por la intendenta Daniela Salzotto, en respuesta al impacto social de la crisis petrolera.
Aconcagua administra actualmente 13 concesiones en las cuencas Neuquina y Cuyana. En Río Negro tiene operaciones en áreas como 25 de Mayo-Medanito SE, Jagüel de los Machos, Charco Palenque y Loma Guadalosa, entre otras. Pero es en Catriel donde se concentra la mayor preocupación, dada la dependencia histórica de la ciudad respecto al empleo petrolero.
En paralelo, la Provincia analiza ceder a Petróleos Sudamericanos áreas que operaba YPF (Picada, Punta Barda y Catriel Oeste). No obstante, las negociaciones están en pausa porque los números de la propuesta empresarial no se alinean con las expectativas gubernamentales. Las concesiones vencen en 2027, por lo que cualquier cambio requeriría previamente una renovación.
Despidos, rumores y una comunidad en vilo
A pesar de que no se han confirmado despidos masivos, persisten los rumores en los pasillos del sector. Trabajadores de YPF escuchan versiones sobre reacomodos o recortes, aunque la empresa mantiene su estructura sin cambios visibles hasta el momento.
Desde el gobierno provincial aclararon que no han recibido notificaciones formales sobre despidos y que la comisión de seguimiento se reunirá próximamente en el Alto Valle para evaluar la situación.
Lo que sí parece estar claro, según actores del sector, es que los trabajos indirectos vinculados al petróleo –como los denominados «kioscos» del rubro o pequeños servicios periféricos– serán los primeros en desaparecer. “Va a seguir habiendo trabajo, pero solo para quienes tienen servicios productivos. Los yacimientos ya no dan más para sostener todo lo demás”, deslizó una fuente.
