El acceso a la tierra volvió a encender el debate político en Catriel. Este sábado, el Concejo Deliberante aprobó —por mayoría— la desafectación de reservas fiscales en los barrios Carod y Marini, con el objetivo de sumar 15.000 m² al Banco Municipal de Tierras, una herramienta prevista por la Carta Orgánica para enfrentar la creciente demanda habitacional.
La votación terminó con seis votos afirmativos: cinco del oficialismo (FAV) y uno de la Banca del Pueblo, cuyo mandato refleja el posicionamiento de la mayoría de las Juntas Vecinales. Las concejalas de la oposición, Juana Cárdenas (JSRN) y Elizabeth Cofré (Primero Río Negro), se abstuvieron. Ambas reconocieron la necesidad habitacional, pero cuestionaron los criterios, el modo y los tiempos del proyecto.
Según detalló la concejala oficialista Carolina Piris, el municipio fraccionará los terrenos en 30 lotes para ponerlos a disposición de las y los vecinos inscriptos en el Banco de Tierras. De las más de 1.500 personas registradas, Piris aclaró que solo 592 cumplen con los requisitos actuales para la categoría «Universales» (con ingresos superiores a 4 canastas básicas) y 415 cumplen con los requisitos para ingresar en la categoría «Promoción social» (ingresos por debajo de 4 canastas básicas). En total hay 1007 inscriptos, entre esas dos categorías. “Hoy tenemos la posibilidad de que 30 familias accedan a un lote. No me parece poca cosa”, afirmó.
Desde la oposición, los reparos no apuntaron al fondo de la medida sino al cómo. Cárdenas denunció presiones para acompañar la propuesta: “Tardamos en tratar este tema porque estamos en democracia. Porque es sensible. No se puede obligar a la gente a votar ni convencer al otro con gritos o amenazas. A mí me quisieron escrachar en los medios”.
Además, señaló que antes de desafectar reservas fiscales, el Ejecutivo debería haber priorizado la recuperación de terrenos ya adjudicados pero sin uso o con irregularidades:
“Ahí hay una posibilidad concreta para trabajar. Hay que agotar todas las instancias antes de tocar las reservas comunitarias”, reclamó.
Cofré, por su parte, coincidió en los cuestionamientos y apuntó contra la falta de planificación: “Hay 1.500 inscriptos y estamos hablando de 30 lotes. ¿Por qué no se recuperan los terrenos ociosos en barrio Preiss o los que se entregaron sin control? Parece que se elige la salida más fácil”.
También remarcó que el mandato de la Banca del Pueblo estuvo dividido, con algunas juntas ausentes y vecinos que pidieron preservar esos espacios para usos recreativos o comunitarios.
Desde el oficialismo respondieron con firmeza. Piris sostuvo que la actual gestión recibió el área de Tierras en “estado calamitoso” y que muchos terrenos entregados durante gobiernos anteriores carecen de mensura o documentación. “Nos dejaron un desastre. Hay familias en calle René Favaloro que hace más de 40 años no pueden escriturar. Nosotros no estamos en contra de recuperar terrenos, pero no es tan fácil como parece”, explicó.
Además, criticó el uso de las reservas en gestiones pasadas: “Nosotros no vamos a hacer sedes partidarias ni negocios privados con estos terrenos”, afirmó, en alusión a decisiones tomadas por administraciones anteriores.
La concejala Teresa Cardona cerró su intervención con una referencia al artículo 14 bis de la Constitución Nacional: “El acceso a la tierra es un derecho. Lo ideal sería un loteo con servicios para 500 familias, pero mientras tanto, esto es lo que podemos hacer. Y lo hacemos con responsabilidad”.
La medida fue finalmente aprobada. Pero el debate evidenció que el acceso al suelo urbano sigue siendo uno de los temas más complejos y urgentes de la agenda local. Las diferencias entre oficialismo y oposición sobre cómo dar respuesta a esa necesidad reflejan una tensión de fondo: cómo equilibrar urgencias sociales, recursos disponibles y planificación a largo plazo en una ciudad que crece con demandas cada vez más intensas.
En la sesión, además se aprobaron otras iniciativas de interés educativo, cultural y ambiental: Declarar el 30 de noviembre como Día de la Mujer Rionegrina, en reconocimiento histórico y cultural; el proyecto “Conociendo el Vivero”, enmarcado en programas de educación ambiental y desarrollado por la Secretaría municipal de Medioambiente y el convenio de colaboración para el diseño de un plan estratégico de identidad y comunicación de Catriel entre el Ejecutivo Municipal y la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN).